El líder de los Monchines y su familia se sientan otra vez hoy en el banquillo

La Audiencia Provincial juzgará hoy de nuevo por tráfico de drogas (heroína y marichuana) al actual líder de los Monchines, Salvador Romero Larralde, el Negro, junto a otros cinco miembros del clan, entre ellos su mujer y tres hijos, así como tres presuntos secuaces, que se exponen a un conjunto de penas que suman casi cincuenta años de prisión.

En su escrito de calificación provisional, el fiscal solicita siete años de cárcel y 20.400 euros de multa, para el Negro, y para un compinche, Andrés P. V., mientras que para el resto pide cinco años y tres meses de cárcel y la misma multa.

Todos ellos, a los que se les acusa de un delito contra la salud pública, fueron detenidos el pasado 21 de mayo en el marco de la operación Cholo en Pajarrillos. Los policías consideran que pretendían volver a crear una infraestructura para la introducción de heroína en la ciudad, para lo cual, supuestamente, operaban en el centro de los capital, en Pajarillos y La Rondilla.

Dos registros en medio año

Los investigadores llevaban meses detrás del cabecilla de los Romero Larralde después del fiasco del último registro del 4 de diciembre de 2013 en su casa de dos plantas del número 12 de la calle Alta, una perpendicular a la calle Villabáñez, en Pajarillos. Entonces creían que había adquirido una importante partida de heroína procedente del laboratorio desarticulado ese mismo día en Fuensaldaña, pero cuando acudieron al domicilio no hallaron sustancia alguna. Tanto es así que fue puesto en la calle por el juez pese a encontrarse en situación de libertad condicional desde 2012 por una condena a 11 años por narcotráfico de 2007. En mayo fue enviado a la prisión.