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josé luis martín
Lunes, 6 de octubre 2014, 12:20
Es una tradición que hunde sus raíces en el año 1714. Y la fecha está documentada. Hay registros que así lo certifican. Que demuestran que la cofradía de la Virgen del Carmen de Bolaños de Campos dedica el primer domingo de octubre a conmemorar las fiestas en honor a esta virgen. Este año, por lo tanto, se cumple el tercer centenario de la fundación de la hermandad y por ello, en colaboración con el Ayuntamiento, se ha programado un extenso programa de actividades. Así, por ejemplo, y junto con las peñas de la localidad, el pasado viernes tuvo lugar una novena (18:30 horas). A su término, los hermanos cofrades ataviados con sus capas castellanas, escapularios y varas, ofrecieron limonada y bizcochos a todos los asistentes. Por la noche hubo baile.
Al día siguiente, el programa incluyó el vermú de las peñas, vísperas, misa y la novena para dar lugar, bien entrada la noche, a la imponente procesión con un rosario de antorchas, acompañando a la imagen de la Virgen en comitiva piadosa. La jornada se clausuró con una verbena a cargo de la orquesta Teclas Azabache y discomovida.
La jornada dominical arrancó con una misa y la posterior procesión, presidida por el vicario general del Arzobispado de Valladolid, quien puso énfasis en las virtudes de los cofrades como «poseedores de valores humanos y religiosos que han trasmitido generación tras generación a través de la familia, a pesar de las dificultades que la vida misma trae». «Los hermanos deben cultivar en su seno la fe, la oración, llevando a la Virgen del Carmen en el corazón», añadió, antes de tener un recuerdo para todos los cofrades difuntos y un deseo de que los actuales hermanos transmitan sus vivencias como ayuda al pueblo y a la familia.
La oferta festiva de la tarde incluyó un parque infantil con hinchables, un tren y bicicar. Después hubo refresco y baile en la casa del mayordomo de este año, Lorenzo de Paz. La programación de ayer domingo se cerró con la orquesta Malibú Show.
Estas fiestas patronales terminan este lunes con una misa de difuntos y cambio de varas, acto en el que se nombra mayordomo para el año siguiente en sustitución del actual, al término de los actos religiosos. La despedida de las fiestas corre a cargo de Evita Núnez, con coplas y canción española y baile de fin de fiesta.
Los cofrades en tiempos inmemoriales eran ganaderos y labradores, en su mayoría practicaban la trashumancia y, en las fechas de verano, cuando llegaba el tiempo de la onomástica de esta advocación, estaban pastando con su ganado en las tierras altas de hierbas frescas, o recogiendo la cosecha estival, por lo que no podían asistir a los actos en honor a su patrona. Debido a esta razón, solicitaron al obispo de León, diócesis a la que pertenecía el municipio, que cambiara la fecha al primer domingo de octubre para rendirla honores, a lo cual el purpurado accedió sin poner impedimentos, y es por eso que las fiestas se realizan en estas fechas.
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