Los municipios en fiestas piden más seguridad ante los macrobotellones

Ingesta de alcohol, menores de edad y festejos taurinos. Cóctel explosivo donde los haya. Estaba previsto en Viana de Cega para los próximos días de fiestas con motivo de Nuestra Señora y San Roque, la fecha más festiva del año en la provincia de Valladolid. Pero el Ayuntamiento, previsor de lo que se avecinaba, ha decidido adelantar los encierros del viernes y del sábado a las 20:30 horas, casi cuatro horas, para evitar la coincidencia de esta convocatoria que se espera multitudinaria con la suelta de toros. «Es un pueblo con buen ambiente, que se pone de moda, y nos encontramos con este problema. Nosotros solo podemos intentar dar seguridad, porque la cultural como tal la tienen que tratar los padres», dice un preocupado alcalde, Alberto Collantes.

Tanto él, como su homólogo en Matapozuelos, Conrado Íscar, mantuvieron el pasado mes de julio una reunión con el subdelegado del Gobierno, José Antonio Martínez Bermejo, para afrontar la masiva llegada de jóvenes que se esperan en sus fiestas patronales a través del tren. En Viana, en los cuatro trenes que existen entre las 19:30 y las 22:15 horas del sábado esperan más de 2.000 personas. Todas ellas para un botellón que se prevé así multitudinario.

La respuesta del Ayuntamiento, además del cambio en el horario de encierros, está en reforzar seguridad, con efectivos de Protección Civil hasta las 8 de la mañana en lugar de hasta las 4 como ocurría en años anteriores. Desplazarán además ambulancias toda la noche e instalarán una discomovida hasta que salga el primer tren con el fin de concentrar en un mismo lugar a todos los visitantes. «Lo importante es que haya seguridad, porque es muy difícil de atajar este problema», añade el regidor de Viana.

12.000 en Matapozuelos

Viana de Cega y Matapozuelos, comunicados los dos por vía férrea, son a priori dos de los más preocupantes a juicio de la Subdelegación del Gobierno, cuyo responsable reunió a los dos alcaldes para intentar controlar la convocatoria. Según cifras aportadas por el alcalde, Conrado Íscar, y facilitadas por los Cuerpos de Seguridad, Matapozuelos puede llegar a albergar el sábado por la noche de sus fiestas patronales (el pasado mes de julio) hasta 12.000 personas. Muchas, unas 4.000, llegan en los distintos trenes que comunican Valladolid y Medina del Campo con la localidad, ávidos por disfrutar de un macrobotellón que llena diversas explanadas de la localidad de alcohol y música. Las medidas adoptadas por el Ayuntamiento fueron encaminadas a la contratación de una ambulancia de forma permanente durante toda la noche, y el refuerzo de efectivos de Protección Civil de Arroyo de la Encomienda. «Desde la Subdelegación se reforzó además la presencia de Guardia Civil, hubo muchos más efectivos, con controles en la estación y en varios puntos de la localidad», señala el alcalde.

La preocupación por la celebración de botellones en las fiestas patronales de la provincia llega así cada vez a un mayor número de localidades. La de Íscar, que terminó su festividad hace unos días, trasladó a la Subdelegación su preocupación ante la masiva afluencia de jóvenes que en los últimos años se venían aglutinando en el entorno de la avenida Juan Carlos Domínguez. «Los vecinos se quejaban con toda la razón, porque ahora llegan con bafles, cargados de alcohol, y no respetan nada, ni siquiera la limpieza del entorno», se queja el alcalde, Alejandro García.

Más de un centenar de contenedores y 150 papeleras de refuerzo pasaban inadvertidos para estos jóvenes. Así que, tras mantener la Junta de Seguridad con la Subdelegación del Gobierno, acordaron incrementar la vigilancia por parte de Guardia Civil y Policía Municipal, así como emitir un anuncio por parte de la Alcaldía en el que se recordaba que no estaba permitido el consumo de bebidas alcohólicas en las vías y espacios públicos, bajo sanción. Las primeras multas ya han llegado.

De momento son 15 las personas que recibirán una sanción económica del Ayuntamiento por haber participado en este tipo de botellones, aunque el alcalde, Alejandro García, advierte de que serán aun unas cuantas más. «Hemos conseguido que al menos la gente supiera que íbamos a sancionar y algo se ha notado. Hemos intentado organizarnos, porque sabemos que es muy difícil de controlar y cortar, pero algo teníamos que hacer para evitar que esto siguiera por el camino que estaba tomando», añade el alcalde.

Preocupación en Tudela

Los sanroques más multitudinarios en la provincia tienen lugar en dos de las poblaciones con mayor número de habitantes, como son Tudela de Duero y Peñafiel. Ambas celebrarán hoy su junta de seguridad con la Subdelegación del Gobierno para afrontar las medidas que tomarán para garantizar el buen desarrollo de todo tipo de festejos enter el 14 y el 18 de este mes de agosto. En el caso de Tudela de Duero, su alcalde, Óscar Soto, adelanta que uno de los puntos a tratar será el del botellón. Hay dos lugares estratégicos en la localidad, dice, especialmente el que se encuentra junto al río, que son focos de atracción de jóvenes para beber alcohol. De ahí su preocupación por intentar que exista una mayor vigilancia y control por parte de la Guardia Civil para evitar posible problemas de seguridad en sitios tan masificados.

La experiencia le dice que poco se puede hacer para evitar este tipo de convocatorias. Máxime después de que el pasado mes de julio se convocara un macrobotellón en prácticamente un día a través de las redes sociales para la población de Herrera de Duero, perteneciente al Ayuntamiento de Tudela. Se trata de un núcleo en el que habitan unas 800 personas y donde, según el alcalde, llegaron a concentrarse el sábado por la noche más de 2.000. «Ocuparon todo el pueblo pero no pudimos reaccionar, no nos dio tiempo a nada, porque se organizaron por las redes sociales sin que pudiéramos hacer nada para evitarlo», añade Soto.

Desde la Subdelegación del Gobierno aseguran haber recibido este año la preocupación de las localidades citadas, especialmente en juntas de seguridad, que se celebran en aquellos municipios que cuentan con Policía Local. Si bien, en el caso de Matapozuelos y Viana se celebró una reunión excepcional al no poder abordarse en dichas juntas y contar las dos con características similares por su comunicación por tren.

Desde la Asociación de Hosteleros de Valladolid recuerdan que los botellones afectan al sector siempre y cuando sean de mayores de edad, pues los menores no pueden consumir bebidas alcohólicas en sus recintos. Si bien, observan con preocupación un fenómeno que aseguran llega de la mano de la fórmula europea de tomar la copa en casa. «Son cambios de hábito que los trae la crisis, la gente tiene menos dinero, su poder adquisitivo ha bajado, y prefiere comprar las bebidas entre un grupo de amigos y beberlas al aire libre», dice el vicepresidente de la asociación, José de la Cal.

Ahora bien, recuerda que la calidad sigue siendo la nota predominante en los establecimientos hosteleros de la provincia, y que ofrecen a los clientes unos locales lo mejor acondicionados posible para que puedan disfrutar de una copa en el mejor ambiente. «Botellón ha existido toda la vida, pero los que se están programando ahora en las fiestas de los pueblos vienen derivados de la crisis», incide el vicepresidente de los hosteleros.

La preocupación por la confluencia de bebidas alcohólicas y peñas, especialmente entre los menores de edad, llevó hace cuatro años a la Diputación de Valladolid a editar una serie de folletos que pretenden concienciar sobre las consecuencas del alcohol, y la prevención en su consumo. Se enmarca dentro del Plan de Drogas, con una serie de folletos que la institución provincial ha seguido reeditando y distribuyendo cada año con la colaboración de los Centros de Acción Social (CEAS) de la provincia, puntos y antenas de información juvenil, ayuntamientos, escuelas y charlas de padres y madres, así como decenas de establecimientos hosteleros.