La estricta legislación foránea frena las peticiones de adopción internacional

El filósofo Fernando Savater citaba: «Lo que cuenta no es el derecho de cualquiera a adoptar un niño, sino el derecho del niño a no ser adoptado por cualquiera». Esta condición de «no ser adoptado por cualquiera» está muy custodiada a la hora de realizar las solicitudes internacionales. Los países son los que ponen sus propios requisitos que, en muchos casos, vetan la adopción. Cada territorio determina a dónde quiere que vayan sus niños y a qué tipo de familia. La tendencia de los últimos años demuestra un claro aumento en solicitudes y adopciones nacionales, mientras que las internacionales han decaído considerablemente. El motivo:las firmes exigencias de algunos países.

Ha ocurrido, por ejemplo, en Valladolid y Castilla y León. Las cifras de las adopciones internacionales descienden progresivamente. Sin embargo, pese a la caída del número de familias adoptivas en la comunidad, las solicitudes nacionales se mantienen. Según los datos del boletín informativo sobre la adopción en la región, el total de nuevas solicitudes en 2012 fue de 230 (son los últimos datos disponibles). Las provincias que destacan por la cantidad de peticiones presentadas fueron Valladolid (85) y León con (37). En tan solo un año (de 2011 a 2012) el volumen de solicitudes entregadas disminuyó de manera notable, con 59 menos. Aún así, la demanda pendiente en Castilla y León entre estos años fue de 895 niños.

En el caso concreto de Valladolid, el número de solicitudes de adopciones nacionales tramitadas en 2013 fue de 62 (el 27% menos respecto a 2012). Sin embargo, si se compara con 2009, se observa un crecimiento del 44 %. Además, un total de 18 niños hallaron familias en Valladolid el pasado año. De ellos, ocho eran menores de dos años.

Respecto a las adopciones internacionales, se presentaron 14 peticiones (el 39% menos que en 2012). El descenso se debe, sobre todo, al cierre, suspensión o limitación de la tramitación de expedientes establecido en varios países. En 2013, llegaron 34 niños a Valladolid procedentes de Burkina Faso (1), China (9), Colombia (1), Etiopía (4), Filipinas (3), India (4) Marruecos (1), Mali (2), Vietnam (1) y Rusia (8).

Durante el primer semestre de este año se han presentado en Valladolid 26 solicitudes de familias para adopción nacional y cuatro niños han encontrado nuevo hogar. Así, es evidente que hay muchas peticiones que siguen sin obtener respuesta (la media de espera es de más de cuatro años). Pese a ello, las familias conservan la esperanza.

Largo proceso

Todo empieza de la misma manera. El primer paso es acudir a Arfacyl, entidad que mantiene un convenio firmado con la Consejería de Familia. Allí se encargan de informar a los interesados sobre trámites y requisitos. Cuando finalmente se toma la decisión de adoptar, se presenta la solicitud (nacional o internacional) en las Gerencia Territorial de Servicios Sociales, indicando la preferencia del país con el que se quiere trabajar. Las familias deben pasar por un curso de formación de cuatro sesiones, con una duración aproximada de dos horas y media cada una. Después, la Gerencia Regional de Servicios Sociales se pone en contacto con la familia para ver cuándo se puede firmar el certificado de idoneidad, el ansiado documento que capacita a la familia y la considera apta para la adopción. Se puede gestionar a través de profesionales de esta entidad pública o cabe la posibilidad de conseguirlo gracias a los técnicos de TIPAI, un servicio que cuenta con un convenio firmado con el Colegio de Psicólogos y con los diferentes Colegios de Trabajadores Sociales. Después de concertar la cita, comienzan las reuniones con la familia. Suelen ser cuatro. El propósito es conocer cómo es el día a día de los solicitantes: cuáles son los apoyos que les sustentan y cuestiones de tipo económico, familiar, de salud y psicológicas.

Además, es indispensable ponerse en contacto con la Entidad Colaboradora de Adopción Internacional (ECAIs) en caso de que los países determinen que es obligatorio trabajar con una empresa intermediaria. Se firma así un contrato donde se estipulan las cantidades que la familia adoptiva tiene que abonar. También se especifica cómo se costean los plazos. El proceso de adopción requiere infinidad de papeles. Entre ellos, el certificado del registro de la propiedad que garantice que los adoptantes están en posesión de una vivienda que albergue al niño, así como estar en disposición de un colchón tanto familiar como económico.

Parón en el extranjero

Y sí, las adopciones internacionales se encuentran casi paralizadas. Un ejemplo claro es China, con una lista de espera de ocho años para las familias interesadas en adoptar, cuyos expedientes se tramitaron en diciembre de 2006. El tiempo de espera lo marcan los países en función de los niños que tengan en ese momento. «Antes se daban muchas adopciones en China. La época álgida fue en los años 1997 y 1998», subraya Javier Álvarez, presidente de la Asociación de Familias Adoptivas de Castilla y León (ARFACyL). Pero no es el único caso. Hay más países donde la situación se ha «estancado»: Rusia, Vietnam, Etiopía... Yotros, como Colombia, donde se ha ralentizado. Sin embargo, existen las adopciones de niños con necesidades patológicas, problemas físicos o características especiales más de un hermano que agilizan los trámites. El pasaje verde es una vía de adopción para niños con problemas físicos.«En estos casos, la adopción es más viable», recuerda Álvarez, quien explica que aún hay ejemplos de racismo social ya que, por ejemplo en España, «cuesta más encontrar familias adoptivas para niños de etnia gitana».

También Etiopía es un país casi cerrado a las adopciones debido al cambio de la legislación ocurrido hace cuatro años. «Pasaron de asignar de 30 a 35 expedientes al mes, a tan solo cinco», remacha el presidente de las familias adoptivas de Castilla y León. Y añade: «Las listas de tramitación de la ECAIs están desbordadas como causa del mayor control y supervisión de los trámites».

El caso de Rusia tampoco es muy diferente: un país bloqueado a la espera de aprobar el nuevo convenio de adopción, que Álvarez define como «muy estricto». Este país, hasta hace alrededor de dos años, aceptaba las adopciones monoparentales. Ahora ya no. Esta situación ha supuesto que el amparo de niños procedentes de otros países se haya reducido a cifras anteriores a las del año 2000, época en que la adopción era «marginal» con un porcentaje muy bajo. Lo que ocurre es que los países emergentes sobre todo China no quieren dar la imagen de necesidad.

El convenio firmado entre España y Rusia exige garantías que afectan a la legislación española. En el caso de que se rompa la adopción y se quiera integrar al niño en otra familia, primero ha de consultarse a Rusia para evitar la adopción de familias homosexuales. La excepción es Kazajistán, un país abierto para el procedimiento de adopción. «El único inconveniente es el altísimo coste de la tramitación», señala el presidente de la asociación. Además, apunta que «este país ha tenido ciertos problemas y pretensiones con las garantías de la acoida, aunque ahora ya está todo bien».

Desde la Consejería de Familia explican que, pese a todo, Rusia sigue siendo el país más demandado (14 solicitudes en toda Castilla y León), seguido de Colombia, con 13, «ya que este país se mantiene con criterios claros y procedimiento estables». En el caso de China, desde la Junta recuerdan que sigue disminuyendo el número de solicitudes con respecto a años anteriores (la última caída es de cerca del 50%)sobre todo debido al elevado tiempo de espera para adoptar. También se ha reducido a la mitad las peticiones de adopción en Etiopía. Yademás de todas estas circunstancias, hay que tener en cuenta la situación en la que se encuentra cada uno de estos países. Así, por ejemplo, en Mali se han suspendido las tramitaciones hasta que se logre estabilidad política y social en su territorio.

Petición de información

En el servicio de información de ARFACyL han recibido, este año, tan solo a un tercio de las familias que atendieron en 2013. La caída es notable. El número de adopciones internacionales se mantuvieron más bajas que las nacionales y en 2014 aún son menores.