Notable violinista

La violinista salmantina Cristina Sánchez Blanco fue la grata sorpresa de la sesión musical, pues a sus cualidades técnicas une una más que correcta afinación, un sonido con cuerpo y buen gusto musical. Comenzó el recital en la iglesia de San Andrés con la organista María Jesús García Alonso, profesora en los conservatorios medios de Ávila y Salamanca, haciendo a solo la 'Pasacalles III' de Cabanilles, donde faltó un punto más de brillo imaginativo por excesiva rigidez, aun con gran corrección. Después el dúo ocupó todo el programa. Larga, impresionante y modélica incluso para Purcell y Bach, la 'Passacaille' sobre 4 notas que Lully compuso para su ópera 'Armide et Renaud' en 1686, versionada por Martín y Coll para esta combinación, buscando contraste entre flautados y violín, que Cristina resolvió sin tacha; después la popular 'Air' en Sol de la Suite orquestal nº 3 en Re M., BWV 1068 de Bach, un puntín premiosa pero cantada con buen vibrato; luego la 7ª en Re m. de la colección de '12 Sonatas' del op. 5 de Corelli para violín y clave, donde debería haber una mayor articulación; el largo de la estación vivaldiana 'El invierno' describió bien la lluvia que relata el autor; y el Adagio en Sol m. compuesto por el musicólogo Remo Giazotto en 1945, que Ricordi publicó en el 58 como Adagio de Albinoni, dándolo como basado en fragmentos de una Sonata a trío de este compositor y nunca presentados, mostraron buen legato y pidieron mayor contraste. Y romanticismo para finalizar: la 7ª de las 'Escenas de la niñez', op. 15, 1838, de Schumann, Träumerei en Fa M. (Sueño, fantasía), y la Meditación de la 'Visión de Juana de Arco' de Gounod probaron la expresividad de la violinista. El público disfrutó y aplaudió mucho y fue recompensado con el 'Lascia ch'io pianga' del 'Rinaldo' de Händel.