

Secciones
Servicios
Destacamos
J. ASUA
Jueves, 22 de diciembre 2011, 01:36
Los trampantojos y andamios se han encargado hasta ahora de esconderlos y asegurarlos. Situados en el principal escaparate de Valladolid, el entorno de la Plaza Mayor, podrían calificarse como dolorosas caries en el casco histórico. Tras muchos años de abandono, en algún caso hasta dos décadas, cinco edificios de la zona noble de la ciudad han revivido o están en proceso de resurrección. Inquilinos de renta antigua a los que no se podía desalojar, batallas legales entre propietarios o falta de dinero para afrontar unas rehabilitaciones en bloques con protección, que encarecen hasta el 40% las obras, son algunas de las razones que retrasan estas operaciones de regeneración urbana en el corazón de Valladolid. El caso más llamativo es el de los números 18 y 19 de la Plaza Mayor. Diez años -entre la tramitación y los tres y medio de obra- han hecho falta para que esta manzana vuelva a ser residencial. El pasado viernes la junta de gobierno del Ayuntamiento otorgaba licencia de primera ocupación a estos dos portales que dan acceso a 31 viviendas de entre 30 y 90 metros cuadrados, que se destinarán íntegramente al alquiler. El edificio, propiedad compartida entre Ballesman y un particular, será el único en la Plaza Mayor que contará con 60 plazas de aparcamiento en sus cuatro sótanos, a los que se accederá con dos ascensores. Se comercializará a partir del mes de enero con unos precios que oscilarán entre 500 y 1.200 euros al mes, dependiendo de su superficie y de las vistas. El alquiler de sus tres bajos comerciales se pagará a 80 euros el metro cuadrado. La historia de esta reforma no ha estado exenta de problemas. Primero, dar salida a los inquilinos, más tarde un largo proceso administrativo para sacar adelante el proyecto y luego la constructora, Sedesa, que entró en concurso de acreedores, lo que obligó a cambiar de empresa. Fuentes de la propiedad, que evitan cuantificar la inversión total, explican que únicamente en asegurar el edificio y en pago de la tasa de ocupación de vía pública se han abonado 300.000 euros en dos años. Plaza de Santa Ana. Desde el pasado mes de mayo avanzan las obras en la confluencia con la calle Pasión. Escondido durante dos décadas tras un andamio, Constructora San José, empresa que realiza la obra para la propietaria Anfedasa, ya ha concluido la estructura de los cuatro sótanos de estacionamiento, con capacidad para 78 vehículos, de este enclave, que ha estado en coma urbanístico más de lo deseado. El futuro inmueble, que contará con nueve viviendas de entre 70 y 108 metros cuadrados, tiene un plazo de ejecución de treinta meses. ¿Precios de los pisos? Todavía no se ha decidido, según matizan fuentes de la propiedad. Esta misma empresa tiene participaciones en el inmueble rehabilitado para albergar un hotel de 22 habitaciones en el chaflán de las calles Matías Sangrador y Lonja, a escasos metros de la estatua del Conde Ansúrez. Con la fachada pintada de azul, en este momento se rematan las obras en el interior. Fuente Dorada con Cánovas. El número 9 de esta plaza es otro de los esquinazos de postín que acaba de salir del letargo tras estar apuntalado por una estructura de seguridad durante muchos años. En su fachada ya se comercializan once viviendas de entre 50 y 105 metros , que se venderán a un precio que ronda los 5.000 euros por metro cuadrado útil. Como en el resto de los inmuebles, los acabados que se han buscado son de primera calidad con buen aislamiento sonoro al situarse en una ubicación con mucho bullicio. Ferrari con Duque de la Victoria. Es la obra menos avanzada. Por el momento se ha procedido al vaciado interior del bloque y al apuntalamiento de las fachadas, que hay que mantener al estar protegidas. El proyecto contempla seis viviendas y un aparcamiento subterráneo robotizado, aunque la propiedad ultima el proyecto definitivo. La intención es comenzar la obra de forma inminente, una vez concluyan los estudios técnicos. Plaza del Ochavo con Platerías. Retirada ya la estructura que sujetaba las fachadas, los obreros trabajan en el interior del edificio en el que se ubicaba el restaurante-bodega de San Pedro Regalado y los cines Casablanca. La rehabilitación de este inmueble, donde nació el patrón, culmina tres lustros de obras en esta calle a falta de reformas en los números 16-18, donde se situaba la peluquería Ordóñez. A estos inmuebles se añade otro de nueva planta ya terminado y ubicado en la plaza de la Rinconada, junto a la sede de la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda (VIVA), que ha cubierto otra de las feas calvas que salpican el casco histórico y el entorno de la Plaza Mayor.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Conservas Nuevo Libe, Mejor Anchoa 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.