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EL NORTE
Sábado, 17 de diciembre 2011, 01:23
Las obras de limpieza e iluminación que se han llevado a cabo recientemente en el interior de la iglesia parroquial de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga han permitido un gran descubrimiento: en unas alacenas empotradas en un arco solio de la antigua capilla de Santiago han aparecido diez cantorales del siglo XVI y un breviario del XVIII que se encuentran en muy buen estado de conservación. Fue el párroco de la localidad, Jesús Fernández Gutiérrez, el que descubrió estos magníficos libros.
Todos los cantorales están escritos en pergamino y son de gran tamaño. Ilustrados con letras iniciales mudéjares bellísimas, están escritos a dos tintas (roja y negra) y la música gregoriana esta plasmada en pentagramas, según comunicó ayer la oficina de información de la Diócesis de Palencia.
Uno de los cantorales tiene en las contratapas restos de otro más antiguo -posiblemente de los siglos XIV o XV- con notación musical aquitana, es decir todas las notas están escritas en la misma línea.
Los diez cantorales tienen tapas de madera forradas con piel repujada y sus lomos son de cuero. Están adornados con filigrana plateresca, cinco clavos protectores de bronce y rematados por salvaesquinas del mismo material.
Este importante grupo de cantorales contienen el oficio de las horas litúrgicas de las grandes festividades.
Editado en Madrid
Asimismo, ha aparecido un gran breviario romano del siglo XVIII, editado en Madrid por el impresor real Joaquín Ybarra. Este breviario está fechado en 1782. Está embellecido con grabados de Joaquín Ballester a partir de pinturas del maestro Mariano Salvador de Maella. Este breviario tiene tapas de madera forradas con cuero. Está adornado con un gran clavo de bronce en el centro de la tapa y conserva el cierre.
El Obispado reconoce que los más ancianos del lugar tenían referencia de la existencia de valiosos cantorales en la iglesia parroquial, pero se había perdido la memoria de su ubicación concreta. «El por qué se guardaron en la alacena empotrada y en qué momento son datos que se desconocen. Pudo ser por seguridad o por cesar su uso. Lo cierto es que el hecho de almacenarlos en la antigua capilla de Santiago ha podido ser un hecho clave para su buena conservación hasta nuestros días», según la Diócesis de Palencia.
La Diócesis asegura que haber encontrado uno solo de estos cantorales ya constituiría una gran noticia para el patrimonio artístico de la iglesia diocesana palentina, pero el hecho de haber encontrado diez cantorales, acompañados de un breviario, y todos ellos en buen estado, da idea de la magnitud de este hallazgo.
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