Condenados dos traumatólogos a tres años de inhabilitación por la muerte de una mujer por gangrena

La Audiencia de Palencia ha condenado a dos médicos traumatólogos del Complejo Asistencial de Palencia a un año de prisión y tres años de inhabilitación profesional por la muerte de una mujer a consecuencia de una gangrena gaseosa, al creer que podría haberse controlado y evitado el fallecimiento si se hubieran tomado las medidas oportunas. La sentencia, que es firme y contra la que no cabe ya ningún recurso, absuelve al tercer médico procesado en este sumario y condena a los dos especialistas por un delito de homicidio imprudente profesional.

Los dos facultativos tendrán igualmente que pagar una multa de 1.800 euros cada uno e indemnizar a la familia de la víctima, conjuntamente con la aseguradora y Sacyl, con 20.000 euros, en concepto de daños morales. El fallo judicial revoca la sentencia de primera instancia dictada por el Juzgado de lo Penal de Palencia el pasado 11 de mayo, que condenó a los dos médicos traumatólogos por una falta de imprudencia leve.

Los hechos juzgados se remontan al mes de julio del año 2006, cuando María Andrés García, de 82 años, fue atropellada por una motocicleta en Guardo y sufrió contusiones en el cráneo y en una pierna. Tras ser atendida en el centro de salud de la localidad, fue derivada al Hospital Río Carrión, donde en el servicio de Urgencias se le confirmó una fractura y se le colocó una férula para inmovilizar su pierna, además de decretar su ingreso hospitalario.

Infringir las normas

En las horas posteriores, el dolor fue incrementándose pese al aumento de analgésicos para controlarlo. Dos días más tarde, tras las continuas presiones de los familiares de la víctima, se le levantó a la mujer el vendaje y se comprobó la gangrena gaseosa, que había evolucionado de forma galopante en ese tiempo y para la que ya no había cura. La mujer falleció pocas horas después en el propio hospital.

La Audiencia de Palencia ha considerado que los dos traumatólogos, que se encontraban de guardia esos días, infringieron las más elementales prácticas médicas. «Actuaron con omisión de las precauciones más elementales, imperdonables a personas que, como ellos, son profesionales de la medicina. Dejaron evolucionar el cuadro clínico durante muchas horas, pese al dolor que presentaba la paciente, hasta el extremo de que se vió la necesidad de adelantar y modificar los tratamientos analgésicos», recoge textualmente el fallo de la Audiencia Provincial.

Un exculpado

El texto exculpa completamente al tercer traumatólogo imputado, el que atendió a la mujer en el servicio de Urgencias a su llegada al hospital, al entender que su actuación fue la correcta. Sin embargo, incide que la forma de actuar de los dos especialistas que estuvieron de guardia en los dos días posteriores al ingreso, que son los condenados, «refleja una evidente dejación, abandono y negligencia en la atención».

El tribunal palentino ha tomado en cuenta la mayor parte de los argumentos esgrimidos por la acusación particular, ejercida por los familiares de la víctima, y por la Fiscalía, en el recurso que presentaron contra la sentencia de primera instancia. «No realizaron una apertura de la férula colocada en la pierna de la enferma ni visualizaron directamente la lesión, lo que hubiera posibilitado el diagnóstico precoz del síndrome y su adecuado tratamiento y, quizás, evitado su fallecimiento», agrega el fallo judicial.

Fallo multiorgánico

Los familiares de la mujer fallecida explicaron durante su declaración en la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal que, a pesar de los continuos requerimientos al personal de Enfermería, ante los crecientes dolores en la pierna, ningún traumatólogo acudió a levantar el vendaje y comprobar si algo ocurría. Únicamente prescribieron un aumento de la anestesia para calmar el malestar. Fue una médico amiga de la familia quien, en una visita de cortesía, descubrió el vendaje y comprobó el estado de la pierna, que arrojaba todos los síntomas de una gangrena gaseosa. La patología había avanzado tanto cuando se descubrió que ya fue imposible solucionarlo, por lo que la mujer fue ingresada en la UCI, donde falleció a consecuencia de un fallo multiorgánico.