Luis Antonio de Villena explora la belleza como maldición

Jóvenes que triunan y pasan al olvido. Guapos y famosos a los que el tiempo convierten en objeto de desecho. Estrellas que acaban sin brillo, después del cambio físico a los que los somete el paso del tiempo. Toda la tragedia que encierra la efímera belleza a quienes la vida va convirtiendo en muertos vivientes y trágicas muertes de quienes no llegaron a superar nunca su decadencia física y acabron arruinados entre drogas y alcohol. Con todos esos ingredientes y la maestría de su narrativa, Luis Antonio de Villena ha publicado su último libro 'Mártires de la belleza. Un ensayo sobre el esplendor y el castigo' que ayer se presentó en la librería Oletvm.

Estuvo acompañado por Jesús Fonseca, que destacó del autor «la belleza de la palabra, la hondura de su poesía» al que calificó como «uno de los mejores escritores hispanos de la actualidad» y por Carlos Aganzo, quien manifestó que «es un honor, un lujo y una maravilla poder presentar a Luis Antonio de Villena, que me gusta en todas sus facetas, pero quizá en la que destacaría más es como ensayista».

El director de El Norte de Castilla calificó a De Villena como «un autor polimorfo, en cuya obra se nota el malditismo de la poesía desde su juventud y me quedaría con su obra 'El libro de las perversiones' como referencia. En 'Mártires de la belleza' deja claro lo efímero del éxito, cómo el mundo ha pervertido la belleza hasta convertirla en artificial, la malicia como pose, sobre todo cuando se ha dejado de ser joven y guapo, y como la sociedad va convirtiendo al hombre en un juguete».

Con la librería Oletvm abarrotada de público ante tan excelso autor y con los alumnos universitarios de Lengua y Literatura, del catedrático y poeta David Pujante, atentos a cada palabra, De Villena fue desgranando los temas principales en los que se basa su libro.

Tragedia y olvido

«Hay ejemplos claros de actores, músicos, personajes que tuvieron muchísima fama en sus años jóvenes, cuando eran hermosos y bellos y que después fueron completamente olvidados. Chicos a los que les hacen vivir de su belleza y que acaban de forma trágica, abandonados por una sociedad inculta que es incapaz de ver más allá de la belleza física».

Para el autor, con el paso del tiempo «quien era una estrella brillante se queda sin brillo. Acaba muerto en un accidente, suicidándose o viviendo en el mundo más oscuro de las drogas, traficando para ganarse la vida, destruido físicamente y sin futuro, convertido en un muerto viviente al que su decandencia le ha llevado al olvido».

Ejemplos como James Dean, Sid Vicius, Kurt Cobain, River Phoenix, Helmut Berger, incapaces de superar el rechazo social ante la ausencia de su antigua belleza.

«Hay otros, un porcentaje muy pequeño, apenas un 10% que han llegado a salvarse de este devastador efecto de la pérdida de la belleza y han seguido triunfando debido a su talento, como por ejemplo Alain Delon, Brad Pitt o Antonio Banderas, pero la vida está llena de cadáveres vivientes y de trágicas muertes».