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VALLADOLID

La más famosa aventadora

José Vidal lideró durante años la producción de material agrícola en España

POR VÍCTOR M. VELA

Lunes, 24 de octubre 2011, 02:52

Casasola de Arión se presentaba a principios del siglo XX (o así al menos lo definía el reportero de El Norte de Castilla) como un pueblo «eminentemente agrícola, no solo por su suelo, sino por el amor que sus hombres ponen en la tierra que cultivan sin descanso, día a día, haciéndole dar los más altos rendimientos y aprovechando, con útiles modernos, toda su fertilidad». Y esa moderna maquinaria era la que salía de la empresa que el zamorano José Vidal abrió allá por el año 1885, primero como una fundición de hierro (la familia en Zamora había tenido ferreterías) y luego, ante la perspectiva de la revolución agrícola, en constructores de maquinaria. Unos fabricantes concienzudos, ya que (lo decía El Norte del 30 de noviembre de 1930) de las instalaciones de Vidal no salía al mercado «una pieza fundida o una máquina acabada mientras el propio trabajo no subsanara, en el modelo experimental, todas sus deficiencias».

Vidal cedió el despacho principal del negocio a dos de sus cinco hijos, José y Manuel, que heredaron las responsabilidades de la empresa, José como jefe en administración, y Manuel, ingeniero mecánico. La estrella de su fábrica eran las aventadoras (limpiaban 400 fanegas de cebada o 250 de trigo cada 10 horas). Precisamente, fue don José, el fundador, quien ideó las primeras aventadoras -sustituyeron a la antigua 'tarara'- que «lanzaron al aire las parvas por los campos castellanos». El éxito de la máquina fue tal que la esquela de don José Vidal González -que falleció en Casasola de Arión el 18 de diciembre de 1925- lo presentaba, con letras bien grandes, como «fabricante de aventadoras», un título merecido, gracias a las numerosas unidades que exportaba a las dos Castillas, Aragón, Andalucía y Extremadura («casi la mitad de los trillos que consume España salen de esta región, y casas muy importantes de Barcelona y Bilbao han tenido que renunciar a competir con los fabricantes de aventadoras de Casasola de Arión, Vega de Valdetronco, Pedrosa del Rey, Mota del Marqués y otros muchos pueblos castellanos», explicaba El Norte el 7 de enero de 1933). Además, el nombre de José Vidal era utilizado en los anuncios por palabras donde, por ejemplo, en la década de 1940 los particulares anunciaban 'aventadora de José Vidal' con el apelativo del fabricante como garantía. En 1930, los talleres de la firma Hijos de José Vidal -ocupaban una hectárea- tenían secciones de forja, construcción, maquinaria, pintura y manufactura. La fundición podía llegar a trabajar con piezas de hasta 200 kilos y en la empresa también se fabricaban piezas para molinos o se reparaban motores. La creciente producción y las perspectivas comerciales trajeron la fábrica a la capital (al entorno de la plaza de toros) y desde 1969 la empresa está ubicada en la carretera de Salamanca (Arroyo de la Encomienda) y se dedica al trabajo de hierro, acero y aceros especiales, tanto para grandes industrias (curvado de materiales, ascensores, grúas), como para particulares (parrillas, barbacoas, veletas) o artistas. De sus instalaciones ha salido, por ejemplo, la escultura de Vicente Escudero, junto al centro cívico, o el rebaño de ovejas de la Cañada Real, junto a Vallsur.

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