El Cuatro Rayas aguanta la mitad

Era un misión imposible, un milagro inverosímil intentar la victoria en el Palau Blaugrana. El Cuatro Rayas llegaba a la cancha azulgrana en un buen momento de juego, pero eso no es suficiente ante el poderío del Barcelona. Pastor tan solo contó durante el partido, cuando el marcador aún estaba igualado, con siete hombres más Sierra. Y así es incluso físicamente imposible plantar cara a la pléyade de estrellas que con el aplomo de los talonarios maneja Xavi Pascual.

Y a pesar de todo ello, el Cuatro Rayas volvió a ofrecer en el Palau una lección de balonmano, quizás una lección corta, de tan solo media hora, pero suficiente para demostrar que ideas, juego, sistemas, tácticas, trabajo y entrega de sus jugadores sobran en el conjunto vallisoletano, y lo único que faltan son recursos que equiparen los presupuestos o las plantillas.

Ayer en el Palau se pudo comprobar durante 30minutos que la diferencia entre el Barcelona y el Cuatro Rayas era muy pequeña. El cuadro de Pastor comenzó muy enchufado evitando que los azulgrana adquiriesen ventajas sustanciales. La defensa 6-0 de ayudas y la especial preparación de los sistemas del rival convertía cada ataque y cada defensa en una particular partida de ajedrez donde la calidad de las estrellas azulgrana tenía que vérselas con el trabajo y el juego de equipo del Cuatro Rayas.

El Barcelona no lograba despegarse y probó una defensa 5-1 con el fin de desgastar a Cutura. Por momento la fluidez en el juego de ataque se resintió, con algunos errores en el pase. Pero ahí apareció la figura de Sierra para desviar un par de contragolpes y mantener al equipo en el partido. Al descanso, el 14-13 dejaba bien claro que el Cuatro Rayas era un hueso muy duro de roer. Y comenzó la segunda parte con un Barcelona en 5-1 defensivo que los de Pastor se apañaban para superar gracias a los pases sobre un acertadísimo Romero. Pero los azulgrana tienen recursos para todo. Colocaron a sus perros de presa Jernemyr, Viran Morros y Sorhaindo sobre el valenciano al que maniataron por lo civil y lo criminal. Y ahí comenzó a esfumarse el Cuatro Rayas. Sin el juego del pivote los ataques vallisoletanos se estrellaban contra la defensa azulgrana. Además, Rutenka hizo gala de su clase para anotar tres goles seguidos desde el perimetro que obligó a Pastor a cambiar a una defensa 5-1 que no dio sus frutos. El Barcelona tomó una cómoda ventaja y el partido se decantó claramente del lado azulgrana hasta el punto de que Pastor dio entrada a hombres menos habituales. El Ademar espera.