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SUSANA ESCRIBANO
Sábado, 15 de octubre 2011, 02:58
La Unión Europea sienta el día 19 las bases de los trazados prioritarios de la Red Transeuropea de Transporte y seis autonomías del noroeste español se unieron ayer para dar el último 'empujón político' a las aspiraciones del Corredor Ferroviario Arco Atlántico. Responsables de Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria, Navarra y País Vasco firmaron una declaración a favor de este eje de transporte de mercancías que el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, hará llegar al ministro José Blanco. La decisión supone inversiones de calado (hay 31.600 millones previstos para esa red europea) y un importante desarrollo económico y de puestos de trabajo ligados al movimiento de mercancías.
«No es un corredor contra nadie. Es en positivo», precisó el director general de Transportes del País Vasco, Mikel Díez Sarasola, quien se mostró convencido de que las razones que apoyan el itinerario atlántico «se acabarán imponiendo a cualquier otra razón». La defensa de que la aspiración del noroeste español no va «contra nadie» fue un argumento reiterado luego por los representantes del resto de las autonomías, pero las palabras finales del director general vasco dibujan un terreno de juego en el que el Arco Atlántico compite con otros dos trazados, uno central que discurre por Madrid y Zaragoza y un tercero, potente, que circunvala la costa mediterránea.No fue la única alusión de la mañana, sin citar a nadie, que se dejó caer sobre las ventajas del Corredor Atlántico frente a alguno de los otros: su elección supone menos «aventuras» presupuestarias y técnicas en una época en las que la financiación escasea.
Último esfuerzo
La declaración de ayer ha sido prácticamente el esfuerzo final del último minuto, pero no el único paso dado por las autonomías del noroeste peninsular para hacerse con el trazado ferroviario europeo. Hace algo más de un año celebraron un encuentro de trabajo en Palencia y luego, coordinadas por el Gobierno Vasco, han defendido sus opciones en Bruselas, Lisboa y Liverpool y presentado un manifiesto ante el Parlamento Europeo.
Los defensores de este trazado recuerdan que una de cada dos toneladas de mercancías que se mueven entre la península y el resto de Europa se transportan por el área de influencia del Océano Atlántico. El corredor dibuja un eje de comunicación de 2.000 kilómetros y da servicio a más de sesenta puertos marítimos por donde entra la inmensa mayoría de los productos que llegan a la Unión Europea.
Estas mercancías se transportan ahora, mayoritariamente, por carretera. El 83% de las mercaderías viajan en camión. Eso supone un coste medioambiental en emisiones contaminantes y también un coste económico en peajes y tiempo, puesto que se trata de vías de comunicación bastante colapsadas. Del resto de las mercancías, el 16% se mueve exclusivamente en barco y solamente el 1% se transporta en ferrocarril, frente a una media del 15% en el territorio europeo, por lo que el potencial de futuro de este medio de transporte es muy atractivo. «El corredor vincularía el ferrocarril a todos los puertos de la cornisa cantábrica y atlántica, integraría nuestro territorio y Portugal en Europa y lo enlazaría con Marruecos a través de Algeciras», explicó el consejero de Castilla y León, Antonio Silván, que estuvo acompañado también por el titular de Economía y Empleo, Tomás Villanueva.
Tramos
Los firmantes de la declaración recuerdan que existen tramos en funcionamiento en el corredor ferroviario, pero diseminados por varias naciones y con diferencias técnicas en ancho de vía y electrificación que impiden un traslado homogéneo y una fácil gestión. En borrar esas diferencias es en lo que habría que trabajar, además de completar la red de conexiones hacia los puertos marítimos, los puertos secos que les dan servicio tierra adentro y las plataformas logísticas.
«Se trata de una red a escala europea, más competitiva en recorridos de larga distancia», defendió el representante vasco. La infraestructura permitiría a los puertos españoles poder captar parte del negocio de otros muelles atlánticos muy saturados en el norte de Europa, caso del de Rotterdam.
El consejero gallego, Agustín Hernández, incidió en la importancia de contar con un trazado en los mapas, haya ahora fondos suficientes o no. «Lo que no está en los grandes documentos no existe», precisó, al tiempo que reconoció que «España es mediterránea», pero recordó que «también es atlántica» y que la ubicación de los puertos gallegos con una conexión ferroviaria de última generación sitúa a Europa a las puertas de América y de Asia con la ampliación del Canal de Panamá.
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