Huesca, de la nada a la gloria

La Liga Asobal llega a Huerta del Rey por primera vez esta temporada. Y lo hace con un invitado de lujo, el Balonmano Huesca, un rival completamente inédito en tierras castellanas, pero que llega con la muesca de su victoria de la primera jornada ante el Amaya San Antonio.

Y es que el BM Huesca es un completo desconocido que jamás ha jugado en Valladolid. Fundado en 1995 por un grupo de amantes del balonmano que en su mayoría continúa en la directiva del club, el equipo oscense ha estado durante muchas temporadas en la Primera División Nacional hasta que en la temporada 2004-05 consiguió el ascenso a la División de Honor B, donde se mantuvo con más pena que gloria hasta la temporada pasada. Hasta esa fecha, la afición y dedicación del grupo de directivos había conseguido la supervivencia del club.

Nolasco, la transformación

Pero en la temporada pasada se apostó por un técnico ilicitano, José Francisco Nolasc, que dio por completo la vuelta al club.

Nolasco trabajaba como técnico deportivo del Ayuntamiento de Elche, desde donde dirigía equipos de cantera. De ahí dio el salto al conjunto del Almoradí, de Primera Nacional, un conjunto de mitad de la tabla que se nutría de jóvenes chavales, pero que con su sistema de juego le permitía codearse con equipos que le multiplicaban el presupuesto. Incluso logró el ascenso con el conjunto alicantino a la División de Honor B, mérito que no pasó desapercibido para los dirigentes del Huesca. En principio, las pretensiones del club eran la de conformar un bloque y asentar los sistemas de juego, pero desde las primeras jornadas y de la mano del nuevo técnico, el Huesca se encaramó a los puestos altos de la tabla junto al Pilotes Posada, aunque al final los oscenses se vieron obligados a jugar las eliminatorias para la Liga Asobal. El guion de esa fase de ascenso disputada en mayo lo hubiera firmado el mismo Alfred Hitchcock. En semifinales, los de Huesca eliminaron en la prórroga al Cangas. Y en la final, después del empate tras los primeros sesenta minutos ante el Anaitasuna, se jugó una prórroga de infarto que también acabó en empate. En la primera tanda de penaltis se mantuvo la igualdad y en la muerte súbita desde los siete metros, el guardameta Julio detenía el lanzamiento definitivo. Eso explica que la euforia se haya instalado en Huesca desde entonces. Y máxime cuando el equipo ha inaugurado su periplo en Asobal con un triunfo contundente (33-24) ante todo un San Antonio.

Sin duda el artífice del éxito del equipo es su técnico Nolasco, que ha elaborado un sistema defensivo 3-2-1 muy abierto que impide pensar al rival y le fuerza a numerosos fallos que aprovecha perfectamente al contragolpe. Para asumir el reto de la Asobal, el club no ha tirado la casa por la ventana y tan solo ha incorporado a veteranos como el portero Voncina, los laterales Pesic y Vieyra y el pivote Tremps, además de los canteranos azulgranas Álvaro Ruiz y Joan Saubich. Y es que el propio técnico Nolasco ha preferido mantener prácticamente el mismo bloque de la temporada pasada (Salinas fichó por el Torrevieja y Luisfe por el Amaya) , que tan buenos resultados competitivos le ofreció. Así pues, el Huesca llega a Valladolid consciente de la dificultad que supone la cancha de Huerta del Rey, pero también con la ilusión de seguir sorprendiendo.

Cuatro Rayas inicia su Liga

La Liga Asobal empieza hoy para el Cuatro Rayas Valladolid (20:00 horas, Huerta del Rey, con arbitraje de Martín Franco y Agatha Gracia). El partido de la semana pasada en Vistalegre contra el Atlético de Madrid dejó un excelente sabor de boca, pero estaba claro que la victoria no se escaparía de la capital.

Ahora es cuando el Cuatro Rayas debe comenzar su particular Liga. Y la visita del inédito Huesca se presenta como una amenaza para los de Pastor. Las bajas de Perales, Ávila y Nickevic, a las que se sumó Alexis, complican aún más la defensa abierta de los oscenses. Pastor ha trabajado durante esta semana ese tipo de defensa y apremia a los suyos para que «ataquen con disciplina y orden. Las pérdidas de balón otorgan demasiada ventaja al rival».