Carlos Quijano: «Las orquestas cuestan, pero no puedes dejar de traerlas»

Las fiestas de Itero de la Vega en honor de la Virgen de la Piedad se abrieron ayer con el chupinazo y un divertido pregón del joven Javier Ibáñez Herrán. El Ayuntamiento, en coordinación con las peñas, han decidido implantar este año el pregón, cuyo testigo lo recogerá otro joven del pueblo para las siguientes fiestas. También se celebró ayer un reparto de chorizo y panceta en la plaza para abrir boca entre los asistentes a la fiesta, animada por una discomóvil. Por delante quedan otros cuatro días de fiesta, que el alcalde, Carlos Quijano, espera sean del agrado de todos los vecinos y visitantes.

El municipio se llenará estos días, igual que ocurrió el pasado 20 de agosto con el festival Tachurock, si bien el ambiente es diferente. Los organizadores del festival de rock también se implican en la preparación de las fiestas, igual que las tres peñas que funcionan en Itero. «Si tiras un poco de ellos, pronto se animan a hacer cosas», destaca el alcalde.

Carlos Quijano resalta que las fiestas pretenden que «la gente salga de la rutina, participe y se divierta». Prueba de la participación son muchas actividades, pero entre ellas la comida campestre que se celebrará mañana en la era de la ermita. Cada uno lleva su comida, pero son muchos los que acuden para luego divertirse con un bingo organizado por las peñas.

El programa contiene actividades para todas las edades, y el presupuesto se ha mantenido respecto al año pasado, fundamentalmente porque la contratación de orquestas supone una partida elevada. «Te da rabia que baile poca gente en la verbena, pero si no traes orquestas parece que no hay fiestas», explica el alcalde.