Los jóvenes, objetivo de Pimenta en la Compañía Nacional de Clásico

La directora salmantina Helena Pimenta se hace cargo desde hoy de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), en la que ejercerá durante cinco años. La ministra de Cultura Ángeles González-Sinde eligió su propuesta entre la casi veintena de aspirantes. Cuando el desaparecido Adolfo Marsillach creó hace un cuarto de siglo la CNTC, Pimenta fundaba Ur Teatro, la compañía que le ha llevado a ser una de las directoras más respetadas.

Con la compañía vasca abordó también proyectos de clásicos como su 'Macbeth' shakesperiano, que se atrevió a situar en la Primera Guerra Mundial. Y estos días ha estrenado una versión de 'Antígona' en Mérida que acontece en la Guerra Civil. «En estos 25 años ha habido un avance del clásico español extraordinario» , explicó ayer. Centró sus objetivos en «crecer, profundizar y sin ningún complejo respecto a otros clásicos europeos. Ahora hay que ir más allá, tanto en el riesgo de creación como de formación». La directora insistió en que clásico no es sinónimo de pasado ya que «no concibo el teatro como algo mecánico y dejar que pase el tiempo sino como reto constante».

Dada a romper moldes, la también dramaturga rechaza a los puristas que nunca aceptarían un clásico vestido con chupa de cuero porque «no entiendo los moldes, hay que hacer que esos clásicos vivan en el hoy y hay que hacer que brillen para el espectador de hoy». En este sentido recalca que «hay que estar muy atentos a los nuevos lenguajes pero sin perder el respeto» y recordó que «el público de hoy ya está familiarizado con estos textos y pide algo más». Otra de sus líneas de promoción serán los nuevos públicos y, para ganárselos, ya piensa en «alguna versión rap de textos de Quevedo».

Pimenta espera conquistar más espectadores y «lograr que se impliquen más en el hecho teatral». Y también promete que intentará «mantener el apoyo y la presencia de la Compañía Nacional en el festival de teatro Olmedo Clásico».