El Anaitasuna intenta cuadrar sus presupuestos para competir en la Liga Asobal

Mientras el Cuatro Rayas Valladolid y otros catorce equipos de la Liga Asobal continúan con su pretemporada, en Pamplona el conjunto del Anaitasuna, que iba a militar en la División de Honor B, anda revolucionado a la vez que ilusionado por la posibilidad de regresar a la máxima competición del balonmano nacional después de 28 años de ausencia.

Y es que la Comisión de Seguimiento de la Liga Asobal confirmó que el Arrate ha dejado de ser club de la máxima categoría al no presentar los correspondientes avales y tienen que buscar un equipo que le sustituya. Siguiendo la normativa primero le ofrecieron al Toledo, penúltimo de la Liga, la posibilidad de continuar en Asobal. Su negativa abrió la puerta al equipo que se había quedado a las puertas del ascenso, que no era otro que el Anaitasuna.

Los navarros llevan tres temporadas lamiendo las mieles del éxito de jugar en la máxima categoría, pero por tres veces se han quedado a las puertas. Ahora, han visto las puertas del cielo abiertas para cumplir sus sueños. De entrada, los directivos de Anaitasuna han dado su conformidad al ascenso, si bien tienen que hacer cuentas para cuadrar sus presupuestos y sobre todo hacer frente a los avales que exige la Asobal. Hasta mañana jueves tiene de plazo el Anaitasuna para presentar sus cuentas. Un plazo muy corto si se tiene en cuenta que todo este problema se viene arrastrando al menos desde junior, cuando el Arrate ya anunciaba su quiebra.

Otro tema es la plantilla. El técnico del equipo navarro, Aitor Etxaburu, había confeccionado un equipo para ascender por lo que confía en que también sea competitivo en la Liga Asobal, al menos para garantizarle la permanencia. Entre sus fichajes destacan el vallisoletano Paco López, así como el portero argentino Matias Schulz.