Una vida tranquila y apacible

El municipio de Valde-Ucieza, integrado por los pueblos de Villasabariego, Robladillo, Villamorco y Miñanes, es un lugar típicamente castellano. A pesar del vacío que acusan estos pueblos durante el invierno, los vecinos disfrutan de una vida tranquila y apacible. Los jubilados, que son mayoría en el municipio, pasan las tardes jugando la partida en el teleclub o en las escuelas, que se han rehabilitado para acoger reuniones, fiestas y meriendas.

La hospitalidad de los vecinos conquista a los visitantes, que los hay hasta de Holanda. Pero no solo los extranjeros se enamoran de este lugar de sosiego, sino que muchos palentinos han optado por comprarse una casa en alguno de los pueblos de Valde-Ucieza para disfrutar de fines de semana y vacaciones.

Lugares de visita obligados son el puente romano de Villasabariego o las pilas bautismales. Las iglesias y ermitas poseen pinturas, esculturas y retablos de interés cultural, como el neoclásico de la iglesia de Miñanes o los barrocos del templo de Villamorco. Además, la iglesia parroquial de Robladillo conserva una portada gótica.

El rastro de la tradición se aprecia en todos los recovecos y calles del municipio, aunque también hay tiempo para divertirse, ya que durante el verano se celebran varias fiestas para estrechar lazos con los vecinos. La fiesta más divertida durante la temporada estival es la que se celebra en la noche de San Juan, el 23 de junio, ya que se prepara una merienda y una queimada para luego contar historias y chistes al calor de la hoguera.

En la mejora de los servicios, destaca la obra de renovación de las redes de abastecimiento de agua. Además, para facilitar el tránsito de los agricultores y de los tractores, el municipio ha acondicionado dos caminos rurales. Por otra parte, el nuevo alumbrado ayudará al visitante a apreciar la esencia de las fachadas y pórticos que conforman la tradición.