La 'Champions' más difícil

No tiene suerte el Cuatro Rayas Valladolid. Después de perder la opción de jugar la Liga de Campeones directamente en la última jornada de Liga, la opción de ganarse la plaza a través del torneo de invitados se convirtió en un auténtico caramelo envenenado ya que a dicho torneo también estaban invitados el Rhein Neckar Löwen alemán, el Vive Kielce polaco y los franceses del Dunkerque.

Sin verlo ni olerlo, la EHF decidió los emparejamientos del torneo que enfrentarán al conjunto de Juan Carlos Pastor con los polacos del Vive Kielce, mientras los alemanes se eliminarán con el equipo galo. Y para más inri, a la hora de solicitar la organización del torneo, que siempre otorga un plus al conjunto local, tanto alemanes como principalmente polacos van a poner toda la carne -dinero fresco-, en el asador para llevarse el torneo a su terreno, mientras los del Cuatro Rayas se las van a ver y desear para justificar los cerca de 50.000 euros que cuesta organizar la previa.

De cualquier forma, desde la directiva del equipo vallisoletano han asegurado que harán lo imposible por que Valladolid acoja el torneo.

Grupo de la muerte

Pero una vez superado este 'trámite' y dando por supuesto que el Cuatro Rayas gane el torneo de invitados le espera un auténtico calvario en la fase de grupos.

La EHF sorteó ayer los grupos de la Liga de Campeones y al vencedor del torneo de invitados le ha tocado en suerte el Grupo B, el más complicado y difícil de los cuatro que forman la fase de grupos. Y es que los rivales serán el Ciudad Real, tricampeón y finalista la temporada pasada; el Chehovski ruso, que parece tenerle tomada la medida al equipo de Pastor; el Veszprem húngaro, todo un clásico del balonmano europeo casi imbatible en su cancha y rival inédito para el BM Valladolid, lo mismo que el Füchse Berlín, el equipo revelación del campeonato alemán, tercero en la Bundesliga y que ha fichado a Iker Romero, y el Silkeborg danés, un equipo poderoso convertido en cenicienta del grupo.

Con estos mimbres, acceder a una de las cuatro primeras plazas del grupo para clasificarse para los octavos de final será toda una odisea. Y además, los desplazamientos pasarán factura a un equipo que encima ha perdido efectivos.

El próximo día 1 de julio, la EHF tendrá en su poder todas las propuestas para organizar el torneo de invitados y decidirá la sede. Que técnicos y jugadores disfruten de sus vacaciones, que a partir de septiembre les espera el infierno.