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P. RÍOS. COLPISA
Miércoles, 15 de junio 2011, 02:09
Cesc Fàbregas entra en escena. El objetivo número uno del Barça por segundo verano consecutivo dará la cara este miércoles, curiosamente en Madrid, donde presentará las nuevas fragancias del diseñador Ángel Schlesser en 'Milk Studio' tras un acto conducido por la actriz y modelo Martina Klein. Lógicamente, se espera que no solo hable de perfumes. Hace un año, con motivo de la primera tentativa azulgrana, fue muy contundente en otro acto publicitario que tuvo lugar en Port Aventura. Dejó claro que solo iría al Barça en el caso de dejar el Arsenal. No estaba mal, teniendo en cuenta que el Madrid también lo pretendía. En el Santiago Bernabéu ya renunciaron a él hace tiempo, conscientes de que detrás de sus flirteos con el Barça hay amor absoluto. Pero en el Camp Nou siguen esperando que Cesc vuelva a ser directo en su mensaje para que el Arsenal entienda que el futuro inmediato de su capitán no puede ser otro que regresar al club que le vio nacer. Realmente, las cosas no han cambiado demasiado en doce meses.
En principio, se cuenta con la palabra dada por Arsène Wenger a su jugador de que este año no se cerrará en banda para no dejarle marchar. «Al Barça o al Madrid, pero nunca a otro equipo de la Premier League», le dijo hace unos días, obsesionadopor no reforzar a algún rival directo en Inglaterra. Pero un repaso a la hemeroteca permite recordar que el técnico francés ya prometió a Cesc en 2010 que facilitaría su salida. «A veces el rumor hace el fichaje», dijo el lunes de forma enigmática, fiel a su estilo, aunque aclarando que, a su juicio, «Fàbregas permanecerá en el Arsenal».
Lo dicho. Si no cumplió su promesa hace un año, cuesta creer que ahora sí vaya a hacerlo. Se trata de un asunto económico. El Barça no quiere pagar más de 40 millones de euros y el Arsenal ha comenzado pidiendo 55. La diferencia es que se intuye que Sandro Rosell, en el caso de que se llegue a un punto sin salida, sea más generoso que en el pasado para contentar a Guardiola, que quiere reforzar el centro del campo con un futbolista con la filosofía del club, amigo personal de los futuros líderes del equipo: Piqué y Messi, con los que coincidió en el fútbol base culé.
Como nada ha cambiado en todo este tiempo, el entorno del jugador también justifica su deseo de cambiar de aires por la sequía de títulos como 'gunner'. «Para él es duro no ganar», explicó Juan Ferrando, su preparador personal que le acompaña en el Arsenal. Se le olvidó añadir una cosa. Debe ser más duro ver cómo sus compañeros de infancia se están hartando de conquistar los títulos más importantes a nivel de club.
Hoy puede ser el día, entre aromas y colonias, en el que Cesc comience de verdad a vestir de azulgrana, no como en la broma de Puyol y Piqué en la celebración del Mundial, sino más en serio todavía. Solo debe decir públicamente que quiere irse al Barça para que el Arsenal vea que la venta es la única salida por la cantidad más cercana posible a los 40 millones. No es tan fácil.
Como capitán 'gunner' no quiere quedar mal con los aficionados que le idolatran. Pero si quiere jugar en el Barça, posiblemente tenga que hacerlo ya.
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