Las cooperativas se reivindican como motor de empleo estable

En Castilla y León operan unas 1.800 cooperativas. Las más numerosas son las de trabajo y servicios profesionales, con alrededor de 650 empresas, casi 7.000 puestos de trabajo y unos 400 millones de euros de facturación. Las cooperativas son, pues, un importante instrumento de creación, y sobre todo, de mantenimiento de empleo estable y de calidad, especialmente en el medio rural, donde ayudan a la fijación de la población.

La Federación de Cooperativas de Trabajo de Castilla y León celebró ayer en La Granja de San Ildefonso su asamblea general. Y lo hizo en Segovia porque ésta es la provincia de la comunidad autónoma que menos cooperativas posee: apenas unas 20 cooperativas activas que dan trabajo a 120 personas. El objetivo es, precisamente, impulsar en Segovia un modelo económico nada desdeñable en una coyuntura económica tan desfavorable como la actual.

En los últimos seis años ha disminuido en un 50% la creación de cooperativas de trabajo en Castilla y León. No obstante, el empleo se mantiene en las 487 cooperativas actualmente operativas en la región, con más de 11.000 puestos de trabajo dependientes de estas empresas, según indicó el director de la Federación de Cooperativas de Trabajo de Castilla y León (FECOOP), Alberto Boronat, en el marco de la asamblea. Boronat manifestó que la crisis está dejando notar sus efectos en la economía social de la región, donde en 2010 se han reducido un 5% el número de cooperativas de empleo registradas en la región.

Asimismo, señaló que el ritmo de creación de nuevas cooperativas «está creciendo, pero aún de forma sensiblemente menor al de hace seis años, donde hemos pasado de las 61 cooperativas constituidas a las 15 creadas en 2010, y hay que incidir en el esfuerzo de crear entre los jóvenes una cultura empresarial cooperativista».