Borrar
Carlos Aganzo, director de El Norte, Marcelino García Velasco, Enrique Badosa y Julián Alonso, ayer en la Fundación Caneja. :: M. DE LA FUENTE
Enrique Badosa seduce con su poesía lírica, viajera y satírica
JORNADAS DE POESÍA DE EL NORTE DE CASTILLA

Enrique Badosa seduce con su poesía lírica, viajera y satírica

El poeta catalán cierra las Jornadas de Poesía organizadas por El Norte de Castilla y patrocinadas por el Ayuntamiento

FERNANDO CABALLERO

Miércoles, 8 de junio 2011, 14:43

Tres poetas en uno. Así se presentó ayer en Palencia el catalán Enrique Badosa (Barcelona, 1927) en la última sesión de las Jornadas de Poesía que ha organizado El Norte de Castilla y patrocina el Ayuntamiento de Palencia, en las que han intervenido también Antonio Colinas y Clara Janés. Badosa es autor de una gran producción poética, de 16 libros, reunidos en el volumen 'Trivium' (Editorial Funambulista), pero ayer recitó poemas solo de tres, que representan a los tres géneros que ha cultivado y por los que fue definido ayer como «un maestro» por otro poeta, y director de El Norte de Castilla, Carlos Aganzo. Se refirió a Badosa como un poeta que pertenece por edad a la Generación del 50, aunque en el fondo ha actuado con «vuelo libre, a través de una poesía personal que lo ha desvinculado de ese grupo».

Los tres temas que definen la poesía del autor catalán son la «lírica, la satírica y la cosmopolita y viajera». Aganzo se refirió al libro 'Mar de Grecia' como heredero de la «gran tradición de los poetas del Mediterráneo, que beben directamente de los grecolatinos». «Es un gran lector de los clásicos, pero con un estilo de su tiempo, unos problemas y unas inquietudes del hombre de hoy», aseguró. De la vena satírica de Badosa, el director de El Norte de Castilla destacó que es un poeta raro. «En un momento como el actual, en el que la poesía satírica no tiene un gran predicamento, este autor tiene una producción de poesía humorística de primer orden, en la que es un gran maestro», aseguró Aganzo. Del humor de Badosa, el presentador destacó su piedad. «No es ese humor ni esa ironía mordaz que lo destroza todo, sino que en el fondo, como en el fondo de toda su poesía, hay ternura, cercanía y una dimensión humana latente, que persigue esa tradición humanística de los clásicos», concluyó Aganzo, definiendo al autor catalán por su «serenidad emocional y seriedad en los cosas que plantea, pero de una verdad poética profunda».

Tras la presentación, Enrique Badosa inició su intervención destacando, con la autoridad que le dio su trabajo como periodista cultural, a El Norte de Castilla como uno de los periódicos que tienen mejores páginas culturales de España.

El poeta arrancó las primeras risas del público, y realmente no fueron los últimas, mostrando su voluminoso 'Trivium', «que pesa 1.500 gramos». Tras amenazar con su lectura -«he venido con muy malas intenciones»-, reconoció tener un ataque de arrepentimiento y centró su recital en tres libros, que representan esos géneros que cultiva: 'Marco Aurelio, 14', 'Mar de Grecia' y 'Epigramas confidenciales'. Una selección de poemas de estos volúmenes leyó «con mi no perfecto castellano y con todavía menos perfecta capacidad de rapsoda».

'Marco Aurelio, 14', que es el nombre de la calle donde vive y el número, es un libro de «poemas líricos y elegíacos un tanto dolientes, escritos después de varias experiencias viajeras y de la necesidad de volver a mi casa». De esta obra leyó Badosa textos de un gran lirismo, y «seducido siempre por la tentación de la palabra». Un poema religioso, que en realidad es una oración, cerró la lectura de estos textos escritos en endecasílabos , alejandrinos y eneasílabos, «que yo no sé por qué los poetas no cultivan más cuando tienen tantas posibilidades».

La poesía viajera se centró en su libro 'Mapa de Grecia'. Badosa dijo sentirse enamorado de tres países, Grecia, Roma y Egipto, que él conoce muy bien. En nueve meses escribió 105 poemas inspirados en el país helénico. «A Grecia se la ama cuando se ha estado allí. Fue una experiencia increíble», aseguró. El último poema que recitó de este libro, titulado 'Escultura', lo definió como «un epítome de lo que para mí supuso mi experiencia griega, que duró diez años, viajando allí dos veces al año, en mis vacaciones».

'Epigramas confidenciales' es el título del último libro que dio a conocer ayer Badosa en la Fundación Caneja. Son poemas que siguen el modelo latino, «que consistía en la brevedad, e inevitablemente acompañados en el último verso de una palabra, denominada aguijón, que resuelva todo el epigrama, que sorprenda y que fastidie a la persona que tiene que fastidiar», según destacó. De la lectura de estos textos sale una voz llena de ingenio, agudeza y crítica sutil hacia «uno mismo, hacia los otros, hombres y mujeres, y hacia la sociedad», según sus palabras, incluida la vida cultural y literaria. Momentos en los que llegaron las últimas y sinceras risas de la velada.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Enrique Badosa seduce con su poesía lírica, viajera y satírica