«El flamenco es un estilo de vida unido a la noche y a la parranda»

Su familia tenía mucha vinculación con los gitanos, y en esa convivencia sintió el gusanillo por el flamenco. De formación autodidacta, Javier Serrano 'Piños' aprendió a tocar la guitarra con su hermano y otros amigos, y, como él mismo confiesa, le han formado la noche y el mundo canalla que rodean al flamenco. Su origen está en Salamanca, pero hace catorce años, cuando ofreció un concierto junto al cantaor palentino 'El Pescao', conoció a su mujer, y eso le trajo hasta Palencia. Aunque vive de otro trabajo, sigue dedicándose en cuerpo y alma al flamenco. Recientemente, ha ofrecido un concierto para inaugurar la exposición de retratos de flamenco del pintor Miguel Macho, que aún puede verse en el Colegio de Arquitectos.

-¿Qué hace un castellano de interior dedicándose al flamenco?

-El flamenco siempre se vincula al sur, pero los mejores de este arte suelen ser del interior. Como la flamenca Carmen Amaya, que es catalana, o también Agustín Castellón 'Abicas', un gitano de Pamplona de quién bebió Paco de Lucía.

-¿Usted vive del flamenco?

- Tengo otro trabajo, pero me sigo manteniendo vinculado al flamenco. Lo último que he hecho es una colaboración para un vídeo didáctico con Tomatito y el guitarrista Rafael Riqueni .

-¿Qué tiene de especial el flamenco?

-Es algo más que una música, es una forma de vida. El flamenco está unido a la noche, a la parranda. Por ese tipo de vida precisamente donde más implantación tiene es en Andalucía.

-¿Y quiénes son sus grandes maestros?

-Paco de Lucía y Camarón.

-¿Está justificado que el flamenco sea patrimonio de la humanidad?

-El flamenco es algo que interesa en todo el mundo. De hecho, yo he estado más de veinte años recorriendo el mundo tocando la guitarra y despierta mucho interés.

-¿En el flamenco ya está todo hecho o aún se puede innovar?

-Se sigue innovando, se hacen muchas cosas con otros estilos de música como jazz, bosa nova...