Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
Carlos Muñoz de Pablos y su hijo Alfonso conversan con el presidente del Cabildo, Ángel García Rivilla. :: ANTONIO DE TORRE
Un caleidoscopio de cristal
SEGOVIA

Un caleidoscopio de cristal

La Catedral muestra al público el trabajo de restauración de la primera de sus vidrieras

EL NORTE

Domingo, 19 de diciembre 2010, 02:57

La Catedral de Segovia abrió ayer al público una exposición de la primera de las vidrieras restauradas, labor que lleva a cabo el vitralista Carlos Muñoz de Pablos, premio Castilla y León de las Artes del año 2005.

La primera de las 120 piezas que se han mejorado corresponde al siglo XVI, fue realizada por los maestros vidrieros Pierres de Holanda y Pierres de Chiberri en 1547, y está formada por tres piezas. En su parte central se representa la escena evangélica del Descendimiento de Jesucristo, mientras que a los lados se recrean las escenas de Sansón tumbado durmiendo y Jonás arrojado al mar, correspondientes a episodios bíblicos del Antiguo Testamento, informó Ical.

La exposición, que se encuentra en la Capilla de San Gregorio, se completa con varios paneles explicativos de las labores desarrolladas, la historia de la Catedral y el programa iconográfico de la restauración.

A la presentación de la vidriera asistieron los responsables de los trabajados de restauración, Carlos Muñoz de Pablos, y sus hijos Pablo y Alfonso; así como los integrantes del Cabildo Catedralicio, encabezados por el deán de la Catedral y presidente del Cabildo, Angel García Rivilla. También acudieron representantes del Ayuntamiento de la capital y de la Obra Social de Caja Segovia, entre otros patrocinadores de los trabajos.

En la inauguración de la exposición, Muñoz de Pablos calificó de «hito histórico» el proceso de restauración y recordó que se trata de una de las piezas que se recuperarán en siete fases que comprende el plan director, que prevé concluir el proceso en el año 2016.

En este sentido dijo que el público no puede ver tan de cerca estas piezas de arte y que es la primera vez que se muestran en la Catedral. Sobre la dificultad de su labor añadió que lo más complicado es la limpieza de la superficie de los ventanales coloreados, para lo que han utilizado agua sin componentes químicos.

En total, Carlos Muñoz de Pablos y su equipo tienen previsto restaurar las 120 vidrieras de la Catedral de Segovia, según el acuerdo firmado por ocho años y que comenzó en 2009. En su opinión, el conjunto de vidrieras de Segovia están catalogadas como «las más importantes de Europa», puesto que conserva en su integridad la colección de vidriera flamenca del siglo XVI más singular, con piezas realizadas entre 1539 y 1544 en las que intervinieron Pierre de Holanda, Pierre de Chiberry, Walter de Roch, Nicolás de Holanda y Nicolás de Vergara.

Cabildo y vitralistas han aprovechado esta ocasión para proponer actividades didácticas y divulgativas en torno a la restauración. Todos los años se expondrá una vidriera reparada en cada fase, acompañada del material explicativo correspondiente, para dar a los ciudadanos la oportunidad de aprender sobre esta obra de arte de gran belleza que colorea la luz habitable la última catedral gótica construida en España.

Por otro lado, se editarán una serie de publicaciones y se organizarán ponencias periódicas en diversos foros para difundir los conocimientos adquiridos en torno al estudio de estas vidrieras, el cual se llevará a cabo desde el punto de vista histórico, científico y plástico.

Estudio previo

Las vidrieras de la Catedral datan de distintos momentos históricos, desde el siglo XVI al XX, y fueron confeccionadas por distintos autores en estilos diferentes, de ahí que la memoria presentada por el Cabildo para su restauración indicara qué tipo de trabajo se preveía llevar a cabo en cada caso, si será necesario el reemplomado de las juntas, la sustitución de cristales, la limpieza simplemente u otras intervenciones más complejas.

Este estudio previo sirve de base para posteriores tratamientos de contención de daños o de reparaciones profundas, como en el caso de las vidrieras de la fachada sur, que están desordenadas en su colocación, como consecuencia posiblemente del ciclón que azotó Segovia a principios del siglo XX y que destruyó algunas iconografías. Son los vitrales que están más amenazados, por las diferencias de temperatura más acusadas y porque este lado es por donde llegan los vientos más fuertes, como ocurrió hace cien años.

No todas las vidrieras estaban mal, unas están bien conservadas y otras presentan deterioros visibles, incluso con agujeros y elementos perdidos.

Dentro de la importancia del conjunto, sobresalen «las de estilo manierista hispano flamenco realizadas en el siglo XVI por autores «importados» y otros españoles, que son únicas con las de Salamanca y Granada, de una calidad impresionante y de las pocas que existen en Europa», como explicó en su día Carlos Muñoz de Pablos. Y es así porque otras que hubo en las catedrales europeas fueron retiradas de los templos durante las guerras religiosas o se perdieron en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

Las piezas de esta colección de vidrieras segovianas del siglo XVI se conservan prácticamente íntegras; fueron realizadas entre 1539 y 1544 por diversos autores como Pierre de Holanda, Pierre de Chiberry, Walter de Roch, Nicolás de Holanda y Nicolás de Vergara y otros de un taller segoviano de la época.

Otro grupo lo componen las situadas en la girola baja de la Seo, obras de Francisco Arranz y Juan Danís, entre otros, y también destacan las de Maumejean de encima del presbiterio. Además, el templo mayor conserva dos fragmentos muy interesantes de las vidrieras de la antigua Catedral románica que fue derribada tras la Guerra de las Comunidades, cuando fue incendiada al usarse como bastión contra los defensores del Alcázar; también son interesantes otros vitrales que se quitaron de su emplazamiento en la cabecera de la nave central, cuya iconografía representaba el Juicio Final.

Un grupo también numeroso lo forman las cristaleras de tracería incolora que se instalaron en el siglo XVIII para dar luz a las capillas laterales, que en la actualidad están protegidas con mallas o con un cerramiento de vidrio.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Un caleidoscopio de cristal