Definitivamente terceros

El Pevafersa Valladolid consiguió un ajustado aunque cómodo triunfo en la cancha del BM Alcobendas y, a falta de cuatro jornadas, ha conseguido matemáticamente el tercer puesto de la tabla y su clasificación para la próxima edición de la Copa de Europa tras la derrota del Ademar León en Torrevieja. Ocho puntos separan a los dos equipos de la región, cuando quedan otros tantos por disputarse, por lo que el equipo de Juan Carlos Pastor celebró el éxito con los numerosos aficionados que se desplazaron hasta Madrid.

El de ayer fue un partido dominado de principio a fin por los vallisoletanos, que sólo fueron por detrás en el marcador al principio, ya que a Tremps le correspondió el honor de inaugurar el tanteo desde su posición de pivote. Casi tres minutos tardó el Pevafersa en estrenar su casillero; lo hizo Víctor Hugo en una penetración hasta la línea de seis metros. Tvedten puso por primera vez por delante a los amarillos con su primer lanzamiento desde siete metros.

Por primera vez, la diferencia alcanzó los dos goles exactamente cuando se cumplía el minuto diez tras un gol de Edu. Un parcial de 0-4 parecía romper el equilibrio, pero un gol de Maki en el único siete metros de que dispuso el equipo local en todo el partido, espoleó a los de Alcobendas, que consiguieron el empate (7-7, min. 18), lo que obligó al primer tiempo de Pastor. La presencia de Trives provocó un cambio de defensa, de 5-1 a 6-0, con presión sobre los laterales rivales, en especial sobre un Pesic que terminaría siendo el máximo anotador del partido con once goles y una efectividad del 65%.

En apenas dos minutos, otro parcial de 0-3 con rápidas transiciones (8-11, min. 22) hizo reaccionar a Rafa Guijosa, que paró el partido para intentar evitar el despegue pucelano. Tvedten se ganó la ovación del público con un gesto técnico que situaba el 9-13 (min. 25). Y un lanzamiento en suspensión de Perales situaba la máxima diferencia (10-15) poco antes del descanso, al que se llegó con 11-15.

Tras la reanudación el Pevafersa comenzó a imponer su rodillo y continuó con su lenta pero eficaz escapada. Guijosa se dio cuenta y pidió un oportuno tiempo muerto para reajustar a su equipo y exigir a sus jugadores plantar cara hasta el final. El japoné Miyazaki tomó buena nota y martilleó constantemente la portería de Svensson.

Mijatovic contribuyó a que la incertidumbre creciera con dos grandes paradas cuando su equipo sufrió la primera y única inferioridad del partido. Otro gol más de Miyazaki metía al Alcobendas en el partido (22-25, min. 19) y despertaba a una afición local menos fogosa de lo habitual al estar la permanencia casi asegurada tras el último triunfo frente al Lábaro Toledo. Zile, sustituyendo a Tvedten, desde los siete metros cortó la remontada local (23-26, min. 22).

El Valladolid mantenía las distancias con oficio, aceptando el intercambio de golpes y cuidándose de no sufrir exclusiones que complicasen el tramo final del encuentro. Un gol en penetración de Pesic a falta de dos minutos situaba un inquietante 26-28, pero Svensson estaba en la portería vallisoletana y con una gran parada con el pie junto a la base del poste cerró un partido en el que demostró que sigue siendo uno de los mejores guarmetas del mundo, firmando un porcentaje del 40%.

Con este triunfo en Alcobendas, donde los de Juan Carlos Pastor no conocen la derrota en sus cinco visitas ligueras disfrutará de la magia de la Liga de Campeones la próxima temporada, mientras los de Alcobendas, si su particular y delicada situación económica lo permite, seguirá participando en la mejor liga del mundo.

Pastor comentó que «a mí me gustan las matemáticas y hasta que no sumemos el punto que nos falta no podemos cantar victoria. Ya hubiéramos firmado al principio estar terceros a estas alturas de la temporada y con la autoridad que estamos mostrando».