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J. V. Muñoz-Lacuna
Lunes, 23 de febrero 2015, 19:42
Más alarma se generó en la ciudad de Cuenca donde los responsables de la clínica privada Recoletas decidieron desalojar el centro como medida de precaución y en aplicación del protocolo de seguridad ante eventuales catástrofes. En torno a cien personas, entre personal sanitario, enfermos y familiares, fueron evacuados en pocos minutos hacia la explanada situada frente a la clínica. Incluso hubo que suspender una intervención quirúrgica que estaba realizándose en ese momento. Una hora más tarde, una vez confirmado que el edificio de la clínica no había sufrido daños estructurales, los desalojados volvieron al centro y éste recuperó la normalidad.
El terremoto se hizo más patente en los pueblos más próximos a Ossa de Montiel. En Ruidera (Ciudad Real), el alcalde, Pedro Reinosa, aseguró que "lo hemos notado intensamente pero, por fortuna, no hay que lamentar ningún daño". En Alcázar de San Juan (Ciudad Real), algunos vecinos llegaron a abandonar sus casas ante el temblor y en otra localidad de esta provincia, Moral de Calatrava, el susto se lo llevaron los empleados de un taller que salieron corriendo del mismo al notar que las máquinas se movían.
El terremoto de Ossa de Montiel también devolvió a los vecinos de Almagro (Ciudad Real) el amargo recuerdo de otro seísmo, el que se produjo en agosto de 2007 con epicentro en Pedro Muñoz (Ciudad Real). En aquella ocasión el terremoto tuvo una magnitud de 5,1 grados y provocó graves daños materiales en el Teatro Municipal.
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