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César Blanco Elipe
Martes, 16 de mayo 2017, 06:00
La Guardia Civil pide calma. La oleada mediática en la sección de 'sucesos' sobre casos relacionados con intentos de secuestro de menores en la provincia ha encendido la mecha de una alarma social que la Comandancia Provincial trata de apagar con un mensaje de tranquilidad y con la buena nueva de que «no se ha producido ningún hecho» de estas características. Así de rotundo se ha expresado el teniente coronel jefe, José Luis Ramírez, máximo responsable de la Institución en Segovia.
La deducción de que, afortunadamente, no hay que lamentar tentativas de rapto de niños es fruto de las pesquisas iniciadas y desarrolladas cada vez que una familia ha acudido al ayuntamiento de turno o a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el relato de un posible caso.
Por eso, porque no hay signos que inviten a pensar en la existencia de un delito o en la presencia acechante de este tipo de depredadores en el entorno de la provincia, José Luis Ramírez hace un llamamiento a la serenidad y a la tranquilidad. El teniente coronel jefe de la Comandancia de Guardia Civil de Segovia apacigua los ánimos que se habían alterado en los últimos dos meses.
Físicamente, solo hay una denuncia
De hecho, Ramírez especifica que «físicamente, denuncia como tal, solo hay constancia de una», cuando al menos han saltado a la palestra cuatro posibles intentos de secuestro en este periodo de tiempo. Esa proliferación de avisos obedece más al «efecto contagio» que a una situación real y cierta de amenaza o peligro, afirma el responsable de la Benemérita en Segovia. La repercusión se ha multiplicado por el altavoz que a día de hoy suponen las redes sociales y los grupos de mensajería instantánea, que hacen que la preocupación y la inquietud entre los padres corran como la pólvora dentro de una misma comunidad escolar y de colegio en colegio.
A día de hoy, «no hay ningún indicio de que haya un individuo realizando esos actos», reitera el teniente coronel de la Guardia Civil para zanjar y abortar la propagación de rumores. Para apuntalar su llamada a la calma, ha confirmado que todas y cada una de las alertas que han llegado a la Institución han sido investigadas de manera pormenorizada para determinar si hay o no un posible delito detrás de los testimonios recabados.
«La mayoría de estos casos son hechos asilados», que muchas veces tienen que ver con que «el niño ha hecho una lectura o una interpretación errónea o que no es real», expone Ramírez.
Después de una charla en el colegio
La experiencia le dice al máximo responsable del Instituto Armado en la provincia que, en muchas investigaciones realizadas, los testimonios de los menores «suelen coincidir con charlas recibidas en los colegios sobre seguridad» en la que se les pide, por ejemplo, que no se hablen con extraños o que no acepten regalos de personas que no conocen. Ese 'aprendizaje' hace que «el niño esté sugestionado». Así, puede pensar lo peor de un coche que simplemente para a su lado y advertir de ello a sus padres.
Esto no quiere decir que la Guardia Civil relaje la vigilancia. Todo lo contrario. No solo no baja la guardia, sino que «está muy encima» de lo que puede suceder. Es más, «se intensifica la vigilancia en los entornos de los colegios a las entradas y salidas de clase», asevera el teniente coronel jefe de la Comandancia de Segovia.
Cabe recordar que el primer aviso de un supuesto intento de secuestro tuvo lugar en Valverde del Majano el 12 de marzo. Desde entonces, ha habido dos localizados en Espirdo y otro más de un joven de 12 años de Viloria, en Valladolid, que estudia en el municipio segoviano de Cuéllar. Con respecto a los dos primeros, la Subdelegación señaló que no había coincidencias entre los casos trasmitidos por los padres.
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