¡Todo Nava estalla de júbilo!

Naveros y visitantes vivieron ayer un estallido de júbilo con el lanzamiento del chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento y el inicio de unas fiestas patronales que se alargarán hasta el próximo día 27 con una gran participación vecinal y con la asistencia de cientos de personas de todos los pueblos de la comarca. Como es tradición, el alcalde, Juan José Maroto, dio paso a la reina de las fiestas como encargada de encender el cohete y pronunciar junto a sus damas el popular «¡Nava despierta que ya estamos en fiestas!».

Antes del chupinazo inaugural, las autoridades locales y los invitados, la banda de música y cientos de vecinos y visitantes se trasladaron hasta la ermita para recoger la imagen del Cristo de la Expiración y trasladarla hasta la iglesia parroquial en procesión, lugar donde permanecerá hasta el lunes, hasta la procesión que lo llevará de nuevo a su ermita. Tras las celebraciones en la Plaza Mayor, una muchedumbre de peñistas se trasladó en la acostumbrada marcha, por la calle Rosario y la Calle Real pidiendo agua debajo de cada balcón, desde donde les arrojaban a cubos lo que pedían.

Algo que no había ocurrido casi nunca een las fiestas de Nava es que se hiciera de noche antes de la llegada de las peñas y la charanga al Caño del Obispo. Pese a todo, el buen tiempo propició que decenas de jóvenes acabaran en las frías aguas del pilón ya con la noche cerrada. A medianoche y como es tradición desde 1969, se celebró el que es el más antiguo de los encierros nocturnos de la provincia, que transcurrió sin incidentes de importancia.

Hoy el día cuenta con el Canto al Cristo de las peñas como preludió del encierro de mediodía, y por la tarde con el concurso de cortesal estilo goyesco y los partidos de pelota.