El vestido de novia de la abuela

El patio de las escuelas se convirtió hace unos días, pese al aguacero que cayó horas antes en la zona, en una improvisada pasarela de moda por la que pasearon con garbo y salero cuarenta modelos de ambos sexos y diferentes edades, en un desfile organizado por la Asociación de Mujeres de Vallelado (Asomuva), en el marco de las actividades que sirven de antesala a las fiestas patronales en honor a la Exaltación de la Santa Cruz.

No se trataba de un desfile al uso, es decir, de diseños de nuevas tendencias o de modelos para la nueva temporada otoño-invierno, que ya se pueden ver en los escaparates de las. Fue un desfile de moda nupcial, pero no de la actual, sino de la que lucieron nuestros bisabuelos, abuelos y padres el día de su boda.

En la pasarela se pudieron contemplar variados vestidos de novia, unos negros y otros blancos, algunos cortos, aunque la mayoría largos, con velo muchos y tapafeas los menos, adornados con tocados varios y uno con mantilla española negra de blonda. Los modelos masculinos pasearon con clásicos trajes chaqueta, chaleco y pantalón, la mayoría de colores sobrios, como el negro y gris, que mostraron la evolución desde los años 30 hasta finales del siglo XX.

El numeroso público asistente siguió con atención cómo se desenvolvían sobre la tarima los improvisados modelos, que por unas horas se pusieron en la piel de Jon Kortajarena, Judit Mascó o Eugenia Silva. También se pudieron admirar ejemplos de los atuendos tradicionales segovianos que lucían los contrayentes a finales del siglo XIX.

Fue una agradable y divertida experiencia, como señaló Belinde Arranz, presidenta de la Asociación de Mujeres de Vallelado. La iniciativa comenzó a fraguarse a raíz de una exposición que el colectivo organizó, con gran éxito de participación, en el salón de la Casa Consistorial de Vallelado el pasado año.