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Miembros de la comunidad educativa posan delante de la placa del 75º aniversario. CEIP Los Arenales
Una jornada llena de emociones

Una jornada llena de emociones

La comunidad educativa del CEIP Los Arenales clausura la conmemoración del 75º aniversario del colegio

carlos álvaro

Sábado, 20 de junio 2015, 19:27

La comunidad educativa del CEIP Los Arenales vivió ayer una jornada emocionante que puso el broche de oro a la conmemoración del 75º aniversario del colegio. En presencia de alumnos y profesores, el alcalde de Cantalejo, Máximo San Macario, y Mariano Garrido, exdirector del centro, descubrieron una placa conmemorativa, situada junto a la que se colocó hace veinticinco años, correspondiente al 50º aniversario. Ahí estaban el actual director del colegio, Manuel Rodríguez, acompañado de los maestros de siempre, don Sindimio, doña Tere, doña María José, don José Luis, don Chencho, doña Tinita, don Lauren, don Ceci, doña Mari Carmen...

Había en ese momento en el patio cerca de 800 personas, entre alumnos, padres y profesores. El alcalde y el exdirector hablaron de la importancia de la escuela, de su labor, de la función de los padres. También intervino la jefa de la Unidad de Programas de la Dirección Provincial de Educación, Resurrección Pascual. No faltó el recuerdo a los maestros que ya no están. Fue un acto entrañable que quedará escrito con letras de oro en la historia del colegio briquero.

La jornada comenzó temprano, en el centro cultural José Rodao, donde un grupo de madres recrearon una clase cualquiera de un día cualquiera de los años 40. Fue una actuación magnífica, memorable, que deleitó a los alumnos actuales, inmersos en el argumento y encantados. Después, ya en el colegio, se descubrió la placa y se degustó un aperitivo. Las familias, que se volcaron con la actividad, aportaron la comida.

El director del CEIP Los Arenales, Manuel Rodríguez, agradeció la participación: «Quiero romper una lanza en favor de los colegios y valorar la labor que desempeñan en la formación de sociedades justas. Aunque corren tiempos en los que puede parecer que nuestro trabajo no es prioritario, nos equivocamos. Cualquier persona se acuerda de aquel profesor, de aquello que aprendió... y ninguna de las comodidades actuales puede sustituir este hecho».

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