El Ayuntamiento justifica el registro de ADN canino en aras de la salud e higiene

La iniciativa en cartera de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia de crear un registro de ADN de los perros censados en la capital no es ningún capricho despilfarrador, sino una necesidad que además «no es cara», según ha declarado la edil en funciones responsable de este área, Paloma Maroto. De todos modos, para asegurar la mejor manera de poner en marcha este proyecto, el equipo de Gobierno está «mirando asesoramiento». Así lo expuso la concejala, quien añadió que se ha contactado con veterinarios y con expertos en la materia de los animales domésticos para ver cómo enfocar la idea, sobre todo desde el punto de vista legislativo.

Cabe recordar que esta medida de crear un registro de ADN de los perros censados en la ciudad pretende identificar los excrementos que, por desgracia, proliferan en algunas zonas de Segovia. Paloma Maroto ha mostrado su preocupación por la proliferación de estos desechos, en especial en los espacios públicos donde juegan los niños. «Me pone los pelos de punta cuando te encuentras que en áreas de juego infantil hay todavía desaprensivos que emplean esa tierra como sitio para depositar las cacas de su perro, sabiendo que esa es un área donde los niños juegan con la tierra», señala en tono indignado.

La concejala alerta que ya no se trata solo de una cuestión de imagen de la ciudad y de una «irresponsabilidad» por parte de los dueños, sino que la medida que quiere implantar también quiere erradicar el riesgo de que esos excrementos «desencadenen enfermedades».