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Los 14 residentes, con algunos de los profesionales que los atienden.
La atención a mayores en familia comienza «con éxito» en la residencia de Quitapesares

La atención a mayores en familia comienza «con éxito» en la residencia de Quitapesares

El centro La Fuencisla es el primero de carácter público en adherirse al proyecto Mi casa

PPLL

Viernes, 12 de diciembre 2014, 13:52

Es como una casa, como una vivienda particular; cómoda, agradable, acogedora, bien decorada y exquisitamente atendida. Y ese es el objetivo, que las personas mayores que requieren de unas atenciones especiales puedan sentirse en este espacio como en su propia casa.

La unidad convivencial La Olmeda funciona desde hace dos meses a pleno rendimiento en el interior del centro de servicios sociales Nuestra Señora de la Fuencisla, ubicado en la finca de Quitapesares, a escasos siete kilómetros de la capital segoviana. Es la primera que se implanta en un centro público para atender a los mayores con un nuevo modelo denominado Mi casa. Hasta 65 residencias de la comunidad autónoma de Castilla y León han adoptado cuentan ya con unidades adaptadas al nuevo sistema, pero todas son privadas. Solo la de Segovia, dependiente de la Diputación Provincial, es de carácter público. La residencia La Fuencisla es, pues, una avanzadilla en la implantación del proyecto Mi casa, ajustado al nuevo catálogo de servicios sociales, aunque pronto se le sumará la residencia La Alameda, en Navas de Oro.

Ayer, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos, visitó las remodeladas instalaciones de la unidad La Olmeda en compañía del presidente de la Diputación Provincial de Segovia, Francisco Vázquez, y del diputado delegado del área de Asuntos Sociales de la institución, Miguel Ángel de Vicente. Desde el pasado 15 de octubre, La Olmeda está habitada por 14 residentes que forman un grupo heterogéneo en relación a sus capacidades físicas (hay unas personas con mayor grado de dependencia que otras) y cognitivas (las hay con deterioro grave, leve y moderado). El espacio ha sido adaptado al proyecto Mi casa. Las habitaciones, casi todas individuales, están dotadas de baño propio adaptado y un mobiliario básico, si bien cada usuario puede personalizar la decoración conforme a sus gustos y deseos. Las zonas comunes están integradas por una cocina, un comedor y un agradable y amplio salón. Los residentes tienen así la posibilidad de disfrutar de distintos ambientes y sentirse lo más cómodo posible.

La rutina diaria es sencilla. Los trabajadores que prestan atención a los residentes tratan de fomentar su participación en las actividades y tareas cotidianas. Así, hacer una cama, poner y recoger la mesa o la elaboración de al comida son pequeños retos que estas personas mayores afrontan todos los días. Además, el personal trata de dinamizar la convivencia con una programación propia que se suma a la ya amplia oferta terapéutica del centro. Lo explicó la propia consejera de Familia, Milagros Marcos: «El objetivo es que las personas mayores que, por circunstancias sobrevenidas necesitan atención las veinticuatro horas del día, sigan estando como en casa, que se les elabore un plan de vida, que tengan una persona de referencia que conozca sus gustos, sus aficiones y que, en definitiva, el servicio se amolde a las personas y no al contrario».

Es un cambio de modelo en toda regla. Y la Diputación de Segovia ha sido la primera institución pública de Castilla y León en adoptarlo. «Es de agradecer que la Diputación haya dado este paso y me consta con seguirá abriendo más unidades. El futuro está ahí, y tenemos que ser capaces de atender a las personas mayores como ellas quieren, con niveles de calidad, con servicios profesionales, sí, pero manteniendo sus costumbres, y que dejar el hogar no les suponga un trauma porque eso conlleve un cambio rotundo de su estilo de vida», manifestó la consejera de Familia.

Por su parte, el presidente de la Diputación destacó el papel tan importante que, en el funcionamiento diario de la unidad, desempeña el profesional de referencia. «Asesorado y formado por el resto del equipo técnico, se erige como la persona de mayor confianza para el residente, pues facilita y apoya su autonomía, independencia y bienestar y lo acompaña en su proyecto de vida dentro del centro», dijo.

En el centro de servicios sociales La Fuencisla, la puesta en marcha de La Olmeda ha contado con el apoyo de la Gerencia de Servicios Sociales, que además de impulsar el proyecto, asumió la formación y el acompañamiento en todo el proceso de planificación y puesta en marcha a través del denominado grupo promotor de la unidad convivencial, integrado por profesionales del centro (la directora, el administrador, la psicóloga, la jefa de Enfermería y la trabajadora social) y del Área de Servicios Sociales y Deportes de la Diputación, concretamente el coordinador de centros. No obstante, el grupo ha estado abierto a la participación de otros profesionales cuando el asunto o cuestiones a tratar así lo requerían (médico, terapeutas ocupacionales, fisioterapeuta, auxiliares de atención a personas dependientes, etcétera).

Flexibilización

Milagros Marcos recordó que el nuevo catálogo de servicios sociales promueve la «flexibilización absoluta de todos los servicios que reciben las personas». Según la consejera, «todos los castellanos y leoneses podemos tener necesidades diferentes en algún momento de nuestras vidas y queremos que sean los servicios sociales los que se adecúen a las necesidades de cada ciudadano y no al revés».

Marcos destacó al mismo tiempo la importancia que posee la formación que han recibido los nueve profesionales que atenderán el día a día de las personas residentes en la unidad La Olmeda. «Han recibido una formación complementaria porque ahora deben asumir una manera de trabajar diferente, más vinculada a las familias y a las demandas de cada usuario. Así ha sucedido en el resto de centros donde se ha implantado el nuevo modelo, todos ellos de carácter privado. «Comenzó en Soria, en una residencia con más de 300 camas, y el balance no puede ser más positivo, pues hay una satisfacción muy elevada entre los profesionales y unos resultados increíbles en calidad de vida de los usuarios y satisfacción de los familiares. Es un gran reto», concluyó.

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