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El Norte
Domingo, 21 de septiembre 2014, 12:18
En 50 años de carrera en la Alcaldía de Castillejo de Mesleón Ricardo Díez Pascual tiene muchos recuerdos. Los que vivió ayer ocupan ya un lugar destacado en su memoria. Contó con el afecto de toda su familia, de sus compañeros del Ayuntamiento y de los vecinos, además de con el de muchos alcaldes y concejales de otros pueblos y diputados provinciales. El presidente de la Diputación le impuso ayer durante el merecido homenaje la insignia de oro y brillantes de la Diputación, la de su nombramiento como diputado.
La ceremonia religiosa en la iglesia parroquial, oficiada por Florentino Vaquerizo, fue el comienzo de la emotiva jornada. Ricardo Díez, en todo momento arropado por su familia, sus hijos Ricardo, Peña, y Laura; y sus nietos Jaime, Sergio, Ana y Sofía, escuchó en la iglesia la música del grupo folclórico Calderón de la Barça, y el cierre de la misa de Los Dulzaineros Castellanos (entre ellos estaba su hijo Ricardo) con el canto de la Salve. Emoción. También por ver el templo abarrotado por doscientos vecinos, amigos e invitados.
Luego, todos juntos, caminaron con el alcalde por la calle que lleva precisamente su nombre hasta la plaza de los pintores Tur y Amador, donde se encuentra el Ayuntamiento inaugurado hace algunos años por el consejero de Fomento Antonio Silván y hecho realidad por Díez. Allí se celebró el homenaje oficial. Para empezar, la lectura del acuerdo por la secretaria municipal. Después, el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, entregó a Ricardo Díez la insignia de oro y brillantes de la Corporación que recibió en su nombramiento como diputado. Ambos se encontraban en la mesa presidencial, junto a la esposa de Ricardo, Rufina Velasco Bernal, y sus concejales Enrique Arribas, Gregorio Velasco, Igor Montero y José Antonio Matesanz.
Entre los asistentes, el vicepresidente de la Diputación, Miguel Ángel de Vicente, y los diputados provinciales José Antonio Sanz, José Luis Sanz Merino y José Carlos Monsalve; el senador Juan Ramón Represa; los alcaldes de Barbolla, Fresno la Fuente, El Sotillo, Santo Tomé del Puerto, Santa Marta del Cerro, Prádena y Navares de las Cuevas; y el expresidente de Caja Segovia, Rafael Encinas, cuyo padre, José Encinas, siendo presidente de la Diputación, se encargó de llevar el agua a Castillejo de Mesleón, según recordó después en su intervención el alcalde.
Invitados y recuerdos
Desde que Ricardo Díez accedió a la Alcaldía por el fallecimiento del entonces alcalde, hace 50 años,Castillejo y el mundo han cambiado mucho. «La misa posiblemente entonces era de espaldas y en latín», había comentado el párroco durante la misa. La Asociación el Castillo, que preside su hija María Peña, también entregó una placa al alcalde por sus bodas de oro; y otra, una asociación de pelota de Madrid, pues hace 25 años que en Castillejo se organiza un gran certamen de ese deporte.
El reconocimiento fue después para la esposa de Ricardo, Rufina. El teniente alcalde Enrique Arribas le entregó una placa y el concejal Gregorio Velasco un gran ramo de flores y expresó el motivo, tópico pero real, de que «detrás de un gran hombre, hay siempre una gran mujer».
Ricardo Díez aguantó el tipo y la emoción al agrader a todos su presencia. Recordó de forma entrañable a su padre, «el tío Camacho», muy apreciado en el pueblo porque ayudaba a todo el mundo, y explicó que de esa enseñanza surgió su vocación de servicio público. De sus logros de estos años mencionó los del principio, como «el agua, la luz o el saneamiento», y aseguró que sus concejales siempre «han tenido un comportamiento ejemplar», y agradeció la colaboración que siempre le han prestado la Asociación el Castillo y un grupo de personas para las fiestas.
El presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, declaró después que durante una cuarta parte de los 200 años de vida de la institución provincial Ricardo ha sido alcalde de Castillejo y ha conocido a doce presidentes distintos. «Cuento esto para que veáis la trascendencia de su logro», señaló Vázquez. El presidente dijo que llevó corbata morada como representante de todos los alcaldes de la provincia, recordó que Ricardo tiene ya la medalla de oro de la provincia, que se le concedió cuando cumplió 25 años. «Como no tenemos previsto nada para quien llega a los cincuenta años, he decidido regalarle la medalla que me entregaron a mí cuando fui nombrado diputado provincial», concluyó.
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