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maría callejo
Sábado, 2 de agosto 2014, 22:56
Los vecinos persisten en el empeño de que no se olvide que el primer libro impreso en España, fechado en 1472, lleva el nombre de Aguilafuente. Con él, Segovia se convirtió en puerta de entrada hacia la modernidad de la mano del tipógrafo alemán Juan Párix.
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Desde hace doce años, el pueblo entero se echa a la calle para teatralizar aquel episodio histórico, que las calles de Aguilafuente, llenas de vecinos y visitantes, han vuelto a revivir hoy. Además del tradicional mercado medieval, las visitas guiadas y las diferentes representaciones teatrales a pie de calle, la novedad de este año ha sido el estreno de La reina y el obispo, una obra teatral que ofrece un nuevo enfoque sobre la invención de la imprenta con un gran protagonismo de la reina Isabel.
El Sinodal de Aguilafuente se extravió durante años entre los numerosos documentos de la Catedral de Segovia. Sin embargo, gracias al canónigo Cristino Valverde se pudo recuperar, ya en el siglo XX. Para muchos no fue fácil aceptar que fuera en Aguilafuente donde se realizó la impresión del primer libro en nuestro país. No obstante, está comprobado que durante el siglo XV Segovia contaba con gran desarrollo industrial para la época.
Así se ha vuelto a recordar, con espectáculos teatrales acompañados de pasacalles. Desde primera hora de la mañana, cientos de vecinos abarrotaban la plaza con el acompañamiento de las dulzainas y los tamboriles. Cuando la música callaba, comenzaba la animación teatral con Las Fabetas y El pregonero.
Subiéndose a una gran roca, el pregonero medieval se hacía notar entre la multitud. El pueblo quería escucharle y él comenzaba: «Os vengo a mostrar el gran descubrimiento de la imprenta, donde se hacen pergaminos como bollos». Las mujeres del pueblo se echaban las manos a la cabeza y gritaban: «¿Pero cómo vamos a utilizar ese instrumento si en este país la mayoría de las personas no sabemos leer?». Tras un gran revuelo aparecían los soldados del pueblo y se llevaban detenido al pregonero hereje, al mismo que tiempo que exclamaban: «¡Es un loco iluminado!, ¡tiene que arder en la hoguera!».
Un invento de herejes
Aparece el religioso Fray Bartolomé que, por casualidad, conocía al detenido. Después de varios enfrentamientos entre los soldados y el hereje, por fin consiguen que les lleve hasta la imprenta. «Juan Párix vino a Segovia a imprimir conocimientos amparados y bendecidos por la iglesia», explicaba el detenido; a lo que los soldados contestaban que «la palabra impreso da perdurabilidad y cualquier palabra impresa por un hereje como tú puede llegar a almas inocentes».
Finalmente, deciden requisarle el gran invento, ya que el sacerdote, defendiendo al hereje, alegó que «no puede ser un instrumento endemoniado si el obispo de Segovia ha decidido implantar una imprenta en la capital». Así se solucionó el conflicto, acompañado de una frase final del sacerdote, y es que «el mundo no está preparado para el conocimiento».
Los habitantes del pueblo paseaban por la plaza, deambulando entre los puestos del mercado medieval. En las diferentes casetas se podía encontrar bisutería de todo tipo, muñecas de gomaespuma, instrumentos de arcilla, productos gastronómicos como mermeladas, aceitunas, patés o embutidos, sin olvidar el gran cerdo asado en el centro de la plaza. Después comenzaba la ruta de tapas del Sinodal por los distintos bares de la villa, con el sorteo de una paleta de jamón.
Por la tarde, hasta cuatro teatros distintos se han podido disfrutar en distintos puntos de la localidad. A las 19 horas, El pañuelo y El obispo impresor en San Juan y en el salón del Ayuntamiento, respectivamente. Sin dejar un solo resquicio al aburrimiento, comenzaban a las 20:30 horas otros dos teatros: El romance del Sinodal y La presentación del Sínodo. Finalmente, a las 21:00 horas llegaba el estreno teatral más esperado por los vecinos: La reina y el obispo, en la iglesia de Santa María. Además de los diferentes espectáculos teatrales, el municipio ha contado con la gran cena medieval con cerdo asado en la plaza del pueblo y el concierto de Audite en la iglesia de Santa María.
Mañana domingo no cesan las actividades, ya que es el último día de la fiesta y los vecinos quieren seguir celebrándolo por todo lo alto. La música también es protagonista en esta fiesta con el concierto del coro Sinodal de Aguilafuente en la iglesia de Santa María, sin olvidar la misa cantada por esta misma agrupación. La clausura de la celebración de este año correrá a cargo de La reina y el obispo, a las 21:00 horas en el mismo lugar que el concierto del coro.
A pesar de que la imprenta se inventó en Alemania hacia 1440, no llegaría a España hasta la década de los setenta del siglo XV, cuando entraron en la Península numerosos mecenas procedentes de Italia. Así fue como Juan Párix, que llegó a Segovia desde Roma, se convirtió en el primer impresor de España con el libro en él se describen las deliberaciones del Sínodo que reunió en Aguilafuente a clérigos y autoridades para discutir las ordenanzas que ayudasen al buen gobierno de los fieles.Medio siglo después, los segovianos siguen rindiéndole homenaje a este hecho histórico.
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