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Un grupo de mujeres con trajes de flamenca.
Rebujito y sevillanas en plena meseta

Rebujito y sevillanas en plena meseta

La Asociación Amigos del Caballo celebró su XXIII Feria de Primavera

fernando de la calle

Domingo, 1 de junio 2014, 22:08

Ni la lluvia, ni el granizo que también llegó a caer en algún momento del sábado pudieron con las ganas de fiestas de los cientos de naveros y visitantes que este fin de semana han llenado un año más el recinto ferial en pleno pinar de Las Ordas. A pesar de ello, la XXIII Feria de Primavera que organiza la Cofradía Amigos del caballo de Nava de la Asunción contó con una afluencia de público algo inferior a otras ediciones, tanto el viernes noche como a lo largo del sábado. Un tema de conversación en el que cada cual buscaba los posibles motivos. La mayoría coincidió en la inestabilidad del tiempo, pero también se culpó a la coincidencia, un año más, con la celebración al día siguiente de las comuniones locales, sin olvidar la crisis económica o por haberse pasado el efecto novedad que ha caracterizado a la feria de primavera desde que se decidió hace unos años trasladarla hasta Las Ordas.

Pero si a primera hora el ambiente resultó algo frío, a medida que avanzó la jornada se fue caldeando y los grupos de música, la paella popular, la sangría y el rebujito pusieron el resto. La gran carpa instalada en pleno centro del recinto se volvió a quedar pequeña pese a haberla ampliado este año y los camareros, a medida que avanzó la noche llegaron a verse casi desbordados.

Sin incidentes

La fiesta volvió a alargarse hasta bien entrada la madrugada, con público de toda la comarca y riadas de coches recorriendo los pinares naveros. Pero a diferencia del año pasado, éste sin ningún incidente que destacar.»Lo importante es que no pase nada y la gente se lo pase bien», señalaba un satisfecho Jesús Pérez, presidente de la Cofradía Amigos del Caballo. Y es que uno de los objetivos principales de esta cofradía es que este día de fiesta campera se convierta año a año en cita para los vecinos, «tanto para los que les gusten los caballos, la música flamenca y bailar sevillanas como para los que únicamente se acerquen a comer en familia o tomar una copa» señalaban desde la organización. Y eso lo han conseguido.

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