El PSOE reclama que se ceda un local municipal a los afectados por hepatitis C

El Grupo Municipal Socialista presentará en el pleno del próximo viernes, 10 de junio, una moción en la que insta al Ayuntamiento de Salamanca a dotar a la asociación de afectados por la Hepatitis C de Salamanca de un local adecuado para que pueda realizar sus actividades, suscribiendo un convenio de colaboración que ayude al mantenimiento de sus actividades.

Así lo explicó ayer el portavoz de los socialista, José Luis Mateos, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el concejal Arturo Ferreras y por integrantes de la asociación de Hepatitis C, con su presidenta, Esther Mate, al frente.

La moción del PSOE insta al Consistorio salmantino también a suscribirá un convenio de colaboración con el Sacyl para desarrollar conjuntamente y con la participación de la Asociación de Afectados por la Hepatitis C de Salamanca el Plan Estratégico para el abordaje de la hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud, fundamentalmente en los referente a planes de sensibilización, educación sanitaria, prevención y detección y cualquier otra función que entre en sus competencias.

De igual modo, el texto que presentará el PSOE en el pleno se olvida del gran caballo de batalla de los enfermos de hepatitis C: el acceso a la medicación. Por eso, la moción interpela a la Junta de Castilla y León y al Gobierno de España a «asegurar el tratamiento para todas las personas afectadas por esta enfermedad», así como insta también al Ministerio del Interior para que la asociación de afectados por Hepatitis C de Salamanca, en coordinación con la Dirección y el Servicio Médico del Centro Penitenciario de Topas, pueda desarrollar un programa preventivo entre la población interna afectada por el VHC.

Tal y como recordó Arturo Ferreras, hace relativamente poco tiempo se descubrió un tratamiento eficaz contra esta enfermedad, que puede terminar siendo crónica y derivar en problemas más graves. El problema es que las farmacéuticas han puesto un precio muy elevado al tratamiento.

El fármaco comenzó con un precio cercano a los 60.000 euros y en la actualidad oscila entre los 15.000 y los 25.000 euros. Ferreras opinóque las farmacéuticas no han sido «sensibles» a la crisis económica que ha atravesado el país. «Es inasumible para el Estado». El concejal del grupo municipal socialista aseguró que «en Salamanca tenemos la suerte de contar con una Asociación muy activa en el trabajo por los afectados, pero el Ayuntamiento tiene una función social y no puede estar ajeno a este problema».

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