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REDACCIÓN / WORD
Viernes, 27 de noviembre 2015, 12:20
El grupo de teatro Zaranda de Villoria ha realizado una donación solidaria de 3.640 euros que irán destinados a compra de semillas variadas para ayuda de familias en extrema pobreza de Haití que son incapaces de financiar sus actividades agrícolas en la próxima estación.
Gracias a este gesto benéfico, al que hace frente íntegramente el grupo de teatro villorejo, las familias en extrema pobreza, víctimas de las plagas, tendrán semillas variadas para la nueva estación de siembra, con el fin de promover las actividades agrícolas para conseguir una seguridad alimentaria en los campesinos.
De momento, el proyecto alcanzará a las 40 familias más pobres de la comunidad, que vienen a ser unas 280 personas. Indirectos son toda la comunidad de Benjamin, unas 4.300 personas, por medio de los cambios operados en la comunidad.
L a distribución de semillas por familia se hará a razón de cinco marmitas de guisante negro por familia, tres de guisante Congo, cuatro de mijo y otras cinco de maíz por unidad familiar.
MBP es la asociación responsable de este proyecto, que tiene carácter apolítico, independiente y sin fines lucrativos. Cuenta con una dilatada experiencia en esta área, ya que ha realizado otros proyectos, entre los cuales caben destacar:trabajos de saneamiento, huertos comunales con y para los campesinos con el fin de ayudarles a luchar con una idea colectiva y común, y de manera progresiva, contra el hambre en la comunidad. Han organizado varias sesiones de reforestación mediante creación de viveros. Plantación de árboles frutales, forestales, vetiver, etc. en las superficies más castigadas por la erosión. También han realizado el tratamiento de más de tres kilómetros de cuencas vertientes. Han participado distribuyendo alimentos después de los huracanes y otras acciones como sesiones de formación para jóvenes sobre la protección del medio ambiente.
Las comunidad beneficiaria de este proyecto es Benjamin, un área donde la vida de los campesinos de Benjamin siempre ha sido difícil. En este lugar, los campesinos trabajan en una agricultura de subsistencia, es decir, que lo que cultivan sólo es para su alimentación. Este sistema de agricultura no les permite atender la educación de sus hijos, pero se ven obligados a ello porque es su única fuente de ingresos frente al coste elevado de la vida. La comunidad es muy vulnerable por esta causa.
Tras una estación de ciclones y, sobre todo, en casos de sequía, los huertos que cultivan los campesinos para satisfacer sus necesidades vitales se pierden casi totalmente. Se comprueba que esta comunidad vive una situación de hambre en toda su población, sobre todo entre los niños. Están malnutridos porque, aunque trabajan la tierra y sus productos se destina únicamente al consumo de los hogares, no pueden obtener una superproducción para vender a cambio de ingresos o de otros productos de consumo diferentes a los cultivados en su zona, a esto se suma la creciente superpoblación. Lo que cultivan no es suficiente, dado el gran número de bocas que alimentar. La situación se vio agravada con el terremoto de 2010, que dejó en la comunidad el problema de la superpoblación, ya que muchos damnificados que vivían en la capital se refugiaron en las localidades de la sección comunal.
Cuando se pierde una cosecha en la comunidad, se comprueba rápidamente una disminución de niños que asisten a la escuela, un aumento del nivel de delincuencia, un éxodo rural masivo, niños que mueren de hambre e incluso el nivel de salud se ve afectado.
Los padres no tienen la posibilidad de vacunar a sus niños ni de enviarles a un centro de salud de la ciudad comunal. Así que son numerosos los niños, jóvenes y adultos atacados por todo tipo de epidemias que mueren sin poder recurrir a cuidados sanitarios. Con el terremoto todo fue a peor.
La tierra de los campesinos no se trabajan por que carecen de medios. Algunos campesinos que tienen diez parcelas, por ejemplo, no trabajan más que dos. Otros no trabajan más que una y otros más pobres no hacen nada. Además la comunidad, castigada por la erosión, se enfrenta a graves dificultades en cuestión medioambiental. La zona tiende a ofrecer el aspecto de convertirse en un desierto o un lugar donde la vida es casi imposible. La situación de esta comunidad es cada vez más difícil y acabó de empeorar con el terremoto y los siguientes ciclones que han dejado numerosas víctimas en la zona. Entre los problemas que afectan a a esta comunidad que justifican esta acción solidaria, están la inseguridad alimentaria, la erosión, desertificación, malnutrición, hambre. Algunas familias están completamente desesperadas.
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