Borrar
La popular fachada de la Universidad, uno de los rincones más visitados.
Un estudio adjudica a Juan de Talavera la autoría de la fachada de la Universidad

Un estudio adjudica a Juan de Talavera la autoría de la fachada de la Universidad

La académica de la Historia Alicia Canto se apoya en que el arquitecto tenía vínculos con la corona y confirma que la obra de 1531 fue un regalo de la reina Juana I de Castilla

Luis Miguel de Pablos

Viernes, 27 de febrero 2015, 12:50

El pasado verano lanzó un anticipo -concretamente el último día del mes de julio- y ha debido esperar siete meses para destapar el ADN de la fachada de la Universidad de Salamanca. Alicia María Canto, académica de la Historia, arqueóloga y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, desgranó ayer parte de su estudio aportando nombre y apellidos del autor e incluso del mecenas de tan magno encargo. Para un tercer capítulo pospone aspectos desconocidos de la iconografía, que verán la luz en cuanto la imprenta traslade al papel la última parte de su investigación.

Un informe que asegura con rotundidad que el arquitecto y escultor Juan de Talavera, perteneciente a la famosa escuela toledana, sería el responsable de la fachada, obra del arte plateresco español construida entre 1510 y 1531. Esta es la conclusión a la que ha llegado la profesora de Arqueología y Epigrafía en el primer tomo de su libro Cuadernos de Prehistoria y Arqueología, que acaba de publicar y en el que desvela también que la reina Juan I de Castilla regaló la fachada a Salamanca.

Canto explica en su publicación que a finales de 2011, durante sus investigaciones en la edificación, encontró sobre el gran escudo central de la fachada una firma de autor «claramente escrita» que había permanecido «escondida» durante 500 años, y que señala directamente a Juan de Talavera, un arquitecto y escultor de primera fila -aunque no muy conocido- que estaba al servicio de Isabel la Católica.

Un nombre nuevo que añadir a la historia de la Universidad de cuya vida hace acopia la historiadora en su estudio. Alicia Canto repasa la vida profesional de Talavera, señalando algunos vínculos familiares que le colocaron en una posición privilegiada para trabajar para los Reyes Católicos. «Juan de Talavera fue sobrino de Juan Guas y yerno del maestro Egas de Bruselas, lo que explica sus vínculos con la corona y, consecuentemente, con esta obra», explicó ayer a este diario la académica de la Historia desde 2011. Una relación que del mismo modo le llevó a dominar el viejo estilo tardogótico-mudéjar tanto como las novedades renacentistas que llegaban a Castilla desde Francia, Flandes e Italia. Así, Talavera trabajó en obras regias y eclesiásticas en Segovia, Toledo, Sigüenza, Olmedo o Medina del Campo, y en otras como la capilla de los Corporales de Daroca, la de San Gregorio de Valladolid, o la fachada de la Colegiata de Santa María de Calatayud, Zaragoza (esta entre 1525 y 1528), en las que la propia historiadora encuentra parecidos notables con algunas esculturas y detalles de Salamanca.

Otra explicación a la rana

Además, la profesora Alicia Canto plantea en su informe diferentes significados para las figuras que aparecen en la fachada, caso de la rana de los estudiantes, que recibirá una explicación distinta de las hasta ahora barajadas, «más en consonancia con las nuevas propuestas», según apuntó ayer. «A la rana no le doy mayor importancia, e incluso creo que la gente debería fijarse menos en ella y, por ejemplo, hacerlo más en la reina Juana. En su día ya se quejó el propio Unamuno de ello y es una pena. No hace mucho leí un titular que hacía referencia a Una fachada tapada por una rana y tenía razón. La fachada tiene muchos más iconos y detalles en los que fijarse», comenta la profesora de la Autónoma, que mantiene el suspense con otros hallazgos relativos a la propia. En la próxima publicación, de hecho, se centrará en las inscripciones y en los textos que aparecen. «No es capricho y sí fruto de la investigación, que va avanzando por tramos. Quitando la de los Reyes Católicos, no se ha mencionado más inscripciones cuando son muchas más», explica.

En esta primera parte de su estudio, Canto sostiene además que es obligado dar fe a textos de época poco conocidos, según los cuales la propia Universidad creía, hacia 1666, que la suntuosa fachada, llamada en su época la Portada Rica, había sido un regalo de la desgraciada y cautiva reina Juana I de Trastámara, «mal llamada La Loca, un apelativo que deberíamos desterrar -señaló ayer» y, sólo poco más de un siglo después de morir ella (en 1555), aún se lo agradecía. Para probar este aserto materialmente, la profesora de la Universidad Autónoma ha estudiado detenidamente el medallón central derecho de la portada, y las conclusiones que extrae le han llevado a determinar que no se trata una diosa pagana o de una emperatriz romana, y que tampoco sería Isabel de Portugal, la esposa de Carlos V, sino que es, «con seguridad», según apunta, una representación de la propia reina Juana, idealizada al modo clásico y afrontada al busto de su hijo Carlos. De este modo, el medallón que representa a Juana I de Castilla -imagen que ilustra el artículo- respondería a un guiño del arquitecto por el mecenazgo de la reina.

Otro de los detalles que tenía pendiente la historiadora desde que anticipara sus avances era el cambio a euros del coste de la fachada. 30.000 ducados de la época que, por el valor del oro en aquellos días, se traducirían en la actualidad en 330.000 euros o bien 55 millones de las antiguas pesetas.

Una fachada menos imperial

La autora ofrecerá próximamente la segunda parte de su estudio, en la que presentará otra veintena de inscripciones detectadas en la portada, «la mayoría nunca vistas hasta ahora -según apunta-», y su interpretación sobre el sentido general del programa iconográfico. Pero adelanta ya su impresión de que la fachada sería mucho menos «imperial» de lo que siempre ha solido creerse, ya que la considera «muy original, en cierto modo irreverente y transgresora, y demasiado laica para dos reinados tan hipercatólicos como los de los Reyes Católicos y Carlos V», añade.

Cuando se publique en su integridad el estudio, aún quedará en el tintero alguna que otra incógnita más sin desvelar caso del paradero de los Libros de Actas de Claustros entre los años 1515 y 1530, lo que realmente ayudaría a corroborar las conclusiones de los investigadores.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Un estudio adjudica a Juan de Talavera la autoría de la fachada de la Universidad