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Jorge Holguera Illera
Sábado, 31 de enero 2015, 12:05
La emoción concentrada en torno a la XIX edición de los Premios Solidaridad de Cruz Roja en Salamanca dio de sí cinco galardonados y un Premio Especial a la Solidaridad que entregó Jesús Juanes, presidente provincial de Cruz Roja en Salamanca, al alumnado del proyecto Ceiba del colegio Maristas-Champagnat por una iniciativa dirigida a prestar apoyo escolar a alumnos con dificultades en diversas materias en la que cada sábado por la mañana, una veintena de chavales de 4º de ESO y Bachillerato colabora desinteresadamente.
La gala de anoche, fuera de contar con una escenificación al uso, destacó por su vinculación a la actualidad y al carácter sanitario de organización anfitriona. En la entrada del auditorio, los invitados eran recibidos por un grupo de enfermeros que vestían trajes de seguridad, como los que hemos podido ver en tantas ocasiones en los medios de comunicación a causa del tan temido ébola. La puesta en escena de esta sorprendente recepción también contaba con una tienda de campaña llena de personas con mascarilla que debían de atravesar todos los asistentes.
Quizá este pequeño simulacro, sirviera a muchas de las personas que acudieron con sus prendas más elegantes y su sonrisa de oreja a oreja para empatizar y sentirse en la piel de esos ciudadanos que se ven afectados por cuestiones delicadas como la escenificada o por quienes aportan su tiempo como voluntarios. Ponerse en el lugar de quienes peor lo pasan es difícil desde la situación privilegiada que rodea a la sociedad acomodada, por ello, una de las tareas que ocupan a Cruz Roja es la de la sensibilización y el impulso de acciones solidarias. Con reconocimientos como el que ofreció anoche esta entrega de premios a quienes son galardonados y nominados se impulsan estas acciones encaminadas a cooperar, de una manera u otra, con quienes peor lo están pasando. Cruz Roja está presente cada día junto a quienes más necesitan su apoyo, una muestra de esta acción es la labor de esta organización frente al ébola en Sierra Leona, labor recordada en un video inicial.
La elegante gala de anoche fue presentada por la periodista Rosa María Calaf que comenzó aludiendo a la dificultad de organizar este tipo de actos, un mérito que suma 19 años de celebración. «Este tipo de actos -dijo- premia la solidaridad de esos gestos admirables y que no son conocidos, de esas personas que casi nunca salen ni en las primeras páginas de los periódicos, ni en las pantallas de televisión, cada vez más interesadas en lo negativo». Rosa María Calaf quiso incidir en que en esta edición se ha querido destacar especialmente el compromiso de las familias solidarias. En alusión al hospital de campaña de la entrada, «pasar por él, para muchos, no es una opción, sino una obligación», dijo.
Premios
Antes de fallarse cada uno de los premios, cada candidatura nominada recibió un diploma y se pudieron conocer las labores solidarias de cada una de estas acciones. Posteriormente se fue dando paso a la entrega de los premios, cada cual con su historia. Manuel Benito-Sendín y María Victoria Elena fueron galardonados con el Premio a la Solidaridad Individual porque desde hace diez años ofrecen el tratamiento odontológico con anestesia general para personas con discapacidad psíquica. Gracias a ellos, esta atención no invasiva es única en la región.
El colectivo Tejemaneje fue premiado a la Solidaridad Colectiva porque, a través de la acción de tejer, tratan de encontrar solución a problemas sociales del entorno de Villamayor. Con esta excusa han implicado a amigos y familiares, llegando a reunir a familias enteras.
El alumnado del IES Fray Diego Tadeo González de Ciudad Rodrigo obtuvo el Premio a la Solidaridad Infantil, porque, «bajo la premisa de educar en solidaridad, los alumnos han creado el grupo Fraysolidario que programa todo tipo de actividades como la Carrera del Euro, la Máquina de la Solidaridad o el proyecto Fraygualdad, dirigido a sensibilizar en cuestión de igualdad de género.
Lili Cook Gastrobar consiguió el Premio a la Solidaridad Empresarial por fomentar las oportunidades de empleo. En los dos últimos años ha ofrecido la posibilidad de hacer prácticas en sus cocinas y sala, resultando contratadas dos de ellas.
Beatriz Castilla Madrazo y Familia se llevaron el Premio a la Solidaridad en Familia, por la labor solidaria de esta joven en México y África desde el año 2005. Desde entonces ha participado en diversas acciones y en ellas ha implicado a su madre y a su padre.
El resto de candidatos quedaron satisfechos por haber optado a estos premios, porque estas nominaciones, propuestas por otros, ya son un reconocimiento a la acción solidaria que han realizado. Al igual que el resto, este diario obtuvo el certificado que reconoce su candidatura y recibió la felicitación de la presentadora Rosa María Calaf, quien comentó,«es bueno que un medio de comunicación apueste por la solidaridad y me alegro por ello», dijo.
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