«Los prevención y la investigación permiten gestionar los casos de cáncer con otras miras»

El próximo día 19 se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, una fecha muy importante para la Asociación Española Contra el Cáncer en Salamanca. Pero tal y como asegura la presidenta de la AECC en Salamanca, Inmaculada Rodríguez, la labor de esta asociación es a diario, sin descanso. «Nuestra labor es de prevención y de atención, tanto de los pacientes oncológicos como de los familiares de esos pacientes, incluso sus amigos. Es gente que necesita mucho apoyo» afirma Inmaculada Rodríguez.

Y es que lo que principalmente buscan los afectados por un caso de cáncer en la AECC es apoyo. «Ese es uno de los pilares básicos de nuestra labor, el apoyo y el acompañamiento, con una información veraz sobre el problema que tienen. Trabajamos tanto en nuestra sede de Padre Manjón como en el hospital y también realizamos numerosas campañas, incluidas las de prevención, como las que realizamos en centros escolares. El año pasado 7.500 niños y jóvenes recibieron asesoramiento de la AECC para prevenir la enfermedad» afirma.

Según explica Inmaculada Rodríguez, el cáncer es una enfermedad que afecta a la sociedad de una manera creciente, «en España hay un millón y medio de personas afectadas por algún problema oncológico, y cada año se diagnostican 215.000 casos nuevos. Solo en el año 2013, la AECC atendió a más de 400.000 afectados de cáncer en el país».

Para esta asociación es fundamental la investigación y por ello la mayor parte de los fondos que consiguen los destinan a seguir buscando nuevos remedios a la enfermedad, y en Salamanca esta faceta es prioritaria. «Aquí colaboramos con la investigación de una manera básica, financiando proyectos, por ejemplo del Centro de Investigación del Cáncer; pero también a un nivel clínico, como este año, que como novedad hemos financiado dos proyectos en el Hospital Clínico, uno en la planta de Oncología y otro en la planta de Pediatría. La investigación directa con el paciente es algo que nos atraía mucho» afirma.

Respecto a la manera en que los enfermos y sus familias llegan a la asociación, Inmaculada Rodríguez asegura que «aquí funciona mucho el boca a boca. La gente se acerca a la asociación a través de conocidos, de los profesionales del hospital, que juegan un papel muy importante porque ellos los dirigen hacía aquí. Cuando a una persona le comunican en una consulta que tiene un cáncer se generan muchas emociones. La ansiedad es muy grande y la gente no sabe cómo afrontarlo. Gracias al programa Primer Impacto nosotros les ayudamos informándoles sobre los pasos que tienen que dar, y a partir de ahí les damos ayuda psicológica si la necesitan y también atención social».

Una amplia labor

Tanto los enfermos como los familiares llegan a la asociación tras concertar una cita y les atiende un psicólogo o una trabajadora social que les da toda la información y evalúa la situación y las necesidades en cada caso. «Nuestro equipo de profesionales está formado por cuatro psicólogos, una trabajadora social y una coordinadora de sede. Después tenemos 130 voluntarios activos que también desarrollan su trabajo en el hospital, en la sede y en la calle, porque no hay que olvidar que nuestro trabajo de prevención precisa la realización de muchas campañas. Aquí hay muchos talleres y terapias, acompañan a los enfermos y sus familiares, ayudan en labores de administración de la sede, hay muchas formas de voluntariado y todas son muy necesarias. Además tenemos una vertiente social importante. No hay que olvidar que tenemos un piso para que los enfermos que vienen de la provincia puedan alojarse en él si tienen que quedarse para el tratamiento. Hay necesidades y ayudas de todo tipo» manifiesta la presidenta de la AECC.

Desde hace unas semanas pueden desarrollar esta labor desde su remozada sede en la calle Padre Manjón, «ahora tenemos unas instalaciones muy buenas para desarrollar nuestra labor. Además, estoy empeñada en que esta sede sea un espacio abierto, que nos acerque más a la sociedad. Que lleguen aquí personas dispuestas a colaborar, a hablar, a ayudar, que interactúen con los enfermos y sus familias». Una nueva sede que se ha logrado gracias a las aportaciones de gente anónima que no ha querido que su nombre saliese a relucir.

El papel del socio es también fundamental. Actualmente tienen 4.975 socios, «realmente son una realidad contable. Una cuestación, una campaña, es muy importante y te puede salir bien o mal, pero las aportaciones de los socios, que pueden ir desde seis euros al año a lo que se quiera, son una realidad en tu presupuesto. Por eso no me cansaré nunca de hacer un llamamiento para animar a todo el mundo a hacerse socio. Es fundamental para que esto siga avanzando. La investigación, el apoyo a enfermos y familiares, depende en gran medida de los socios y sus aportaciones». Para reafirmarlo, pone un ejemplo, «podría decir que ahora mismo se desarrollan en el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca proyectos para los que la AECC a nivel nacional habrá aportado unos 5 millones de euros, y unos 28 millones a nivel global en investigaciones activas en el país».

Inmaculada Rodríguez afirma que a la sociedad le ha costado bastante convivir con el cáncer, «era incluso una palabra que nos costaba pronunciar. Daba miedo. Y lo cierto es que hasta que no lo padeces no se sabe muy bien qué supone tener un caso de cáncer en tu familia. Esa es una de las misiones de la AECC, que dentro de la dureza de la situación, se pueda gestionar de otra manera, ya que, sobre todo gracias a que la prevención y la investigación, se han generado unas expectativas de vida que antes no existían». Según ella, a esta situación se ha llegado sobre todo gracias a la concienciación, no solo de la sociedad, sino de los gobernantes, sobre la necesidad del diagnóstico precoz, de hacerse pruebas, mamografías, colonoscopias, analíticas...

Y por supuesto, Inmaculada Rodríguez no se olvida de los profesionales sanitarios con los que colabora a diario, «en Salamanca tememos mucha suerte con los servicios sanitarios que tenemos. Los departamentos de Oncología y Hematología son muy buenos, con unos profesionales muy formados, con los que trabajamos codo con codo y que nos ayudan mucho a desarrollar nuestra labor. Gracias a ellos hemos conseguido muchas cosas y se ha avanzado mucho»