Garcibuey dice adiós a la fiesta por todo lo alto

Las fiestas patronales de Garcibuey en honor al Santísimo Cristo del Humilladero ya son historia. A penas sin recuperarse de todas las actividades que incluía el amplio programa que el Ayuntamiento de la localidad había preparado para que sus vecinos lo pasaran en grande, Garcibuey retomó este lunes el pulso a las celebraciones y lo hizo de la mejor forma posible, comiendo.

A partir de las 14 horas, el pabellón del municipio comenzó a llenarse de gente para llevar a cabo la comida de hermandad para todos los socios de la Peña del Cristo.

Mayores y pequeños se pusieron manos a la obra y ayudaron a poner mesas y sillas formando un gran comedor donde más tarde se degustaría la comida.

Por su parte, dos cocineros se encargaron de preparar el rico manjar a base de carne de toro. A fuego lento le añadieron los ingredientes para que cerca de las 15 horas todos los asistentes pudieran degustar este menú que año tras año ya se ha convertido en una tradición.

Paralelamente, el tamborilero integrante en el grupo de danzarines de Garcibuey con su tamboril y gaita en mano llenó de sones las calles para que sus gentes supieran que la fiesta continuaba y que la hora de la comida se iba acercando. Muchos fueron los que se arrancaron por jotas como mejor forma de concluir estas fiestas patronales donde el folclore está muy presente.