La ofrenda floral a Santa María de la Vega vence a la lluvia y completa su trayecto

Y se hizo la luz. Y la ofrenda floral a la Santa María de la Vega brilló más que nunca, como sólo se disfruta aquello que está a punto de perderse. Pese a que apenas una hora antes los truenos y la lluvia presagiaban una suspensión que nadie quería, finalmente las nubes dejaron paso al sol y al cielo azul. Incluso poco antes del comienzo se entreveía un arco iris sobre la iglesia nueva del Arrabal, en la que se reunían charros y charras de todas las edades. Más de 600 participantes, en concreto, como confirmó la presidenta de la Asociación del Traje Charro, Pilar Arévalo, que paseaba incansable por el interior del templo organizando todos los detalles de la ofrenda. Los trajes charros se llevaban todas las miradas por la riqueza de los bordados y por sus diferentes estilos, como las mantillas de rocador, negras y sobrias, en contraste con las más conocidas blancas de encaje.

Para evitar que las lluvias aguarán -nunca mejor dicho- la fiesta, la marcha de los charros comenzó minutos antes de las siete de la tarde. Había que aprovechar que el sol brillaba, no fuera que el variable tiempo ya prácticamente de otoño diera una desagradable sorpresa antes de llegar a la Catedral. Se inició así la ofrenda, que en este año ha cumplido su 26ª edición, en la que participó el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Bienvenido Mena, y buena parte de la Corporación municipal y en la que se pudieron ver miles de flores de varias clases, como claveles, margaritas y rosas. Inmensos arcos, ramos, cestos, todos los formatos para honrar a la patrona de Salamanca en la víspera de su fiesta.

Salida tradicional

El recorrido transcurrió por la ribera del río Tormes y entró en el casco histórico de la ciudad por el Puente Romano, lugar en el que se dan siempre las imágenes más bellas y puramente salmantinas de esta festividad. Aunque en un principio se anunció que la ofrenda partiría de la fundación Vicente Rodríguez Fabrés, donde se encuentran los restos del antiguo monasterio de la Virgen de la Vega, las obras del puente Enrique Estevan aconsejaron mantener la salida tradicional para no provocar un colapso en el tráfico.

La Virgen de la Vega fue portada en andas por varias charras, mientras que algunos tamborileros abrían la comitiva portando estandartes. Cientos de personas se agolparon a lo largo del recorrido para presenciar esta apertura oficial de las ferias y fiestas de Salamanca, que concluyó en la plaza de Anaya.

El atrio de la Catedral Nueva albergó la ofrenda propiamente dicha a la patrona. Los organizadores comentaban lo complicado que había sido montar la estructura por las lluvias de la mañana. Afortunadamente, las tormentas se calmaron y Salamanca pudo disfrutar de la fiesta de su patrona sin más sobresaltos, como se espera que continúe a lo largo de la semana. Hoy tendrá lugar a las 12 del mediodía la solemne misa en la Catedral Nueva, posterior al desfile de autoridades y policías en traje de gran gala desde el Ayuntamiento.