«Hay que luchar por mantener la estética del pueblo»

Juan Valle lleva 10 años al frente del Ayuntamiento de Salvatierra de Tormes donde pasó la mayor parte de su infancia y juventud y a donde se traslada en cuanto llega el buen tiempo, pasando el resto del año en la cercana localidad de Guijuelo. Para Juan Valle, el secreto de una buena gestión está en el hecho de no dejar de trabajar por el pueblo y estar constantemente haciendo cosas, no solo en época de elecciones.

¿Qué destaca del trabajo realizado por su equipo de Gobierno en esta última legislatura?

Aquí no se para de hacer cosas. Llevamos dos años haciendo el albergue de titularidad municipal, que está situado en la antigua escuela de las niñas, que se ha rehabilitado y ampliado. Estará listo a finales de verano, puesto que ya está toda la obra y solo falta meter el mobiliario, por lo que queremos que empiece a funcionar con el nuevo curso. La gestión de este albergue la llevará el Ayuntamiento, contratando a una persona que se encargue de él y que sea titulado en tiempo libre o algo así para desarrollar las actividades que se pretendan, ya que es un albergue que estará dedicado a grupos y a niños, especialmente escolares. Así que, si por ejemplo hay algún profesor o profesora que quiere hacer algún curso de inglés de una semana o alguna actividad, aprovechando también el embalse de Santa Teresa, pues ahí estará ese albergue.

- Hablando del embalse, Salvatierra está prácticamente encima de él, ¿qué supone para el pueblo?

- El embalse ha sido clave en la historia de este pueblo, ya que ha sido el beneficio de muchos pueblos, pero el prejuicio de éste. Aquí había muchas familias antes de hacerse el embalse que dependían de las vegas, de donde sacaban los productos de los que dependían. Cuando el embalse cubrió la vega la gente tuvo que marcharse, se despobló el pueblo. Se fueron y habilitaron otros lugares como Santa Inés, Santa Teresa, Fresno, Castillejo... hicieron pueblos de colonización, que es donde se fue la gente de aquí. Y es que el que tenía sus tierras y ya no podía vivir de ello... ¿qué iba a hacer aquí? El Gobierno les expropió lo inundado y también las casas de aquellos a los que se les había inundado el terreno, así que hubo dos expropiaciones, la forzosa y la voluntaria. Tú entras al pueblo y ves las casas que están en ruinas, de cuando las abandonó la gente, pero como yo digo son unas ruinas ordenadas, las calles están limpias, no dejamos de hacer cosas y también atrae mucho turismo, incluso tenemos un hotel rural que le da mucha vida al pueblo.

-¿Cuáles son los atractivos que ofrece el pueblo a esos turistas?

- La antigüedad del pueblo. Tenemos una iglesia del siglo XIII, la cárcel que está restaurada, del siglo XIV y encima de ella estaba la escuela de los niños; tenemos unos lavaderos restaurados que fueron una escuela de párvulos. ¡Había tres escuelas, párvulos, niños y niñas! Y es que era un pueblo en el que vivían unas 200 familias y había muchos niños. Actualmente tenemos 72 empadronados, pero 15 ó 20 viviendo diariamente, aunque en verano viene mucha gente, tanto familias que están fuera como turistas. En verano tenemos un concurso de pintura en el que el último año han participado 40 pintores, porque cualquier rincón de Salvatierra es pintura, te pongas donde te pongas tienes un cuadro, con las paredes de pizarra características del pueblo. Y buena gente.

- Queda un año de legislatura, ¿tienen algún proyecto ?

- Seguir trabajando en lo que se pueda y haciendo lo que se pueda, ni más ni menos. Queremos poner en marcha el albergue este año, que es nuestra prioridad, porque el pueblo está asfaltado, limpio... así que es lo que nos falta. Luego por otra parte, con la Confederación Hidrográfica del Duero -que es la dueña de lo expropiado- nos llevamos muy bien y normalmente si ha habido algo expropiado, se lo pedimos y nos lo da. Pero hay que darle una solución global al pueblo, adjudicar los derribos al pueblo o a la gente, que se fueran haciendo rehabilitaciones y en cinco años esto sería un pueblo nuevo ya que hoy el 90% está expropiado por la Confederación. Cuando se hizo la expropiación no se echó a la gente que vivía en las casas que quedaron, pero sus herederos siguen viniendo al pueblo y están invirtiendo un dinero en unas casas que están en pie por quienes viven en ellas.

- ¿Y cuál podría ser la mejor solución?

- Que les dieran las casas que tiene la Confederación al Ayuntamiento, que buscaríamos la manera de hacer casas nuevas y, como te decía, se haría un pueblo nuevo en cinco años. De hecho, en previsión de estas cosas, hicimos la ordenanza municipal de las normas urbanísticas pensando precisamente en eso y en mantener la estética del pueblo, para que no venga nadie algún día y se haga una casa de ladrillo en medio de la pizarra. Tendrían que ser de pizarra y teja curva para mantener la imagen del pueblo, ya que es el encanto que tiene, hay que luchar por eso, por mantener la estética que tiene que es como un remanso de paz. Precisamente si viniera más gente se rompería un poco ese remanso, con el bullicio y el jaleo, pero nos interesa eso también.

- Salvatierra de Tormes empieza hoy sus fiestas del Corpus, ¿qué se encontrarán los que les visiten?

- El domingo se llena de gente, sobre todo gente de aquí que está fuera, que reserva estos días para venir y algunos incluso empezar sus vacaciones estos días, sobre todo este año que cae tan tarde, así que ya se quedan hasta el final del verano y empieza el ajetreo en el pueblo. En cuanto a la programación, pues las Harleys ya es el tercer año que vienen y a la gente le gusta y luego el día grande que es la misa y la procesión, y luego hacemos un altar de flores con los niños pequeños -de dos, tres o hasta 5 ó 6 años- y el cura los bendice. Es un acto muy tradicional, de siempre.