Muriendo en el intento
«Entre la cantera o la cartera, la duda ofende. Que se cuente con los buenos de verdad, solo con ellos, pero con todos»
Entre las muchas frases que ha ido dejando este deporte a lo largo de su historia, quizás una de ellas, la que da titulo a ... este análisis, venga a definir en cuatro palabras la realidad de una situación no deseada con final trágico.
Que la muerte deportiva viene certificada hace dos semanas es tan sabido como el deseo que la masa social tenía por despedir a su equipo en Zorrilla viéndole pelear con dignidad. Algo que ayer, afortunadamente, vino a constituir el único logro del partido.
Se ponía fin en nuestro estadio, ese que sigue siendo propiedad de la ciudad, a un martirologio iniciado antes de dar comienzo la competición y que ayer alcanzó su fin con una pléyade de jugadores hundidos en sus aspiraciones pero dispuestos a vender lo más cara posible una derrota prácticamente anunciada. Y como tal ocurrió.
Fue el de ayer un partido que sí pasará a la historia, al menos a la de nuestro club, por ser quien pone colofón a un cúmulo sin parangón de desaciertos siderales en todas las áreas de la entidad. O sea, que el fútbol viene a hacernos justicia, para confirmación de otro estereotipo clásico.
Un choque que puso fundamentalmente una cosa en escena de importancia capital: la llegada de la cantera al equipo. El ver de nuevo a Chuki en el once inicial junto a un Iago Parente que en su juventud ya sabe lo que es la categoría, la competencia y la decepción de no haber podido acabar con victoria me parece decisivo como mensaje. Algo a lo que Alani se sumará, pensando que, al fin y al cabo, no es tan fiero el león como lo pintan.
Tras lo visto últimamente no creo que ninguno de los chicos de las inferiores que han pasado por el equipo en estas fechas haya desmerecido frente a lo que teníamos; más bien todo lo contrario. A Chuki tan solo le ha bastado la confianza de Álvaro Rubio, sacándole tres días seguidos, para demostrar que debe de estar ahí como un fijo el próximo curso. En otra de las frases sabidas de este fútbol nuestro se dudaba entre la cantera o la cartera. Pues bien, la duda ofende… pero con matices; ni todos ni ninguno, añado yo. Que se cuente con los buenos de verdad, solo con ellos, pero con todos.
No hay jóvenes o viejos, hay buenos o malos; y aquellos veteranos que merezca la pena que se queden para ayudar a la progresión del resto, terminarán por resultar decisivos. Sin duda.
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