El club ficha a Álvaro Rubio, el nuevo 'cerebro'

Carlos Suárez se sentó a la derecha de Álvaro Rubio con una sonrisa de oreja a oreja. «Es un jugador muy parecido al Jesús de la buena época», afirmó. Y ahí está la causa de su felicidad. El fichaje sorpresa de la pretemporada no había salido en ninguna quiniela, no formaba parte de la rumorología y, para colmo, se ha cerrado en apenas diez días y salvando la oposición de última hora del Almería, que ha intentado torpedear la operación a fuerza de chequera.

Álvaro Rubio, centrocampista del Albacete, llega libre y firma por tres temporadas convencido de poder hacer valer su experiencia. La tiene, desde luego, como atestigua su participación en el Mundial sub 20 de Nigeria, hace siete años, cuando España se hizo con el campeonato a los mandos de Xavi Hernández. También sabe lo que es jugar en Primera y Segunda con el Albacete. La temporada pasada disputó 36 encuentros con el conjunto manchego, y allí se encontró con una experiencia muy similar a la vivida por el Real Valladolid: un equipo recién descendido y con prisa por volver que se pega el batacazo al primer intento. «Este año en el Albacete hemos vivido una mala experiencia y esto es sumar a la experiencia que uno tiene para intentar ayudar al equipo en lo que se pueda», admitió el nuevo 'cerebro' blanquivioleta.

El fichaje ha sido vertiginoso, e incluso sorprendente por cuanto Álvaro Rubio ha escogido al Real Valladolid por encima de otras ofertas que ponían más dinero encima de la mesa. Aunque el jugador no quiso decirlo públicamente, el Alméría le daba más dinero que los blanquivioletas. «El Albacete me había dicho que quería renovarme, pero quería esperar a ver si tenía alguna oferta más. Cuando me dijo mi representante que el Valladolid se había interesado por mí me gustó mucho como club y por la ciudad, que me llamaba mucho la atención, y también porque estaba más cerca de mi casa, de Logroño», explicó.

El Valladolid se puso en contacto con su agente, según explicó el jugador, hace apenas diez días. «Ha sido algo rápido», admitía. El Almería, en el último momento, se entrometió y trató de hacerle cambiar de parecer con una oferta mucho más sustanciosa en lo económico, pero el jugador ya había tomado una decisión. Un acto que el presidente, Carlos Suárez, valoró mucho en la presentación del futbolista. No es para menos. La Segunda División, con la caída del Alavés, del Cádiz -que ya tiene abonados suficientes como para llenar el Ramón de Carranza- y el Málaga, sumados a los nuevos ricos de la categoría -Almería, Hércules o Tenerife, beneficiado por un plan urbanístico- se ha convertido en un mercado al alza. Los jugadores se encarecen y el Valladolid no puede alcanzar esas cifras, por lo que dar con futbolistas que accedan a apostar por un proyecto deportivo.

El nuevo Jesús

Ser el relevo natural de Jesús Sánchez Japón, un puesto pésimamente cubierto desde que se lesionó el sevillano, no parece asustarle demasiado. «Este año he jugado más de pivote defensivo y más con los jugadores que tenía el Albacete, aunque otros años he jugado un poco más ofensivo», explicaba.

Lo que tiene menos claro es que le guste la presión, al contrario de lo que proclamaba Iñaki Bea, el último en llegar. «Cuanta menos presión hay es mejor para el equipo en geneal. Uno tiene que saber llevarla lo mejor posible».

El jugador riojano se incorporará a la plantilla para hacer la pretemporada en Austria. «Es un fichaje de Caminero, Orta y Mendilíbar», advertía Carlos Suárez. Un buen comienzo para Álvaro Rubio, que tendrá la misión de hacer olvidar los desaguisados del centro del campo blanquivioleta en las últimas temporadas. Mendilíbar tenía a Garitano como cerebro del Eibar. Álvaro quiere ser el del Valladolid.

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