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asun garcía
Miércoles, 14 de septiembre 2016, 11:58
El cierre de la Cámara Provincial Agraria de Palencia estaba anunciado desde primeros de año y, de hecho, se ha retrasado ligeramente respecto a las previsiones del presidente, Honorato Meneses, que situaba la extinción de la entidad para antes del verano. «El periodo de solicitud de ayudas de la PAC se prolongó y había que ayudar a los ganaderos en la tramitación», indica el presidente.
UCCL Palencia ha manifestado «su más absoluto desacuerdo» con la petición de desaparición de la Cámara Agraria Provincial, por lo que la organización se mostrará en contra de la propuesta de solicitar a la Junta de Castilla y León de extinción de la entidad, que se plantea en el orden del día del pleno, según indica en un comunicado.
UCCL expone que la responsabilidad en la gestión de la Cámara Agraria se reparte entre la administración regional y Asaja, la organización agraria que la preside. «La primera, por ir dejando que las cámaras agrarias vayan desapareciendo, minorando su presupuesto paulatinamente, y sin reconocer el papel social que durante años han venido ejerciendo en el medio rural como órgano pacificador y de consenso ante eventuales conflictos», afirma la organización.
Falta de apoyo de la Junta
UCCL añade que la falta de apoyo institucional, pese al compromiso adquirido por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, de revitalizar las cámaras, ha hecho que la situación de penuria económica obligue al cierre. «La Junta de Castilla y León, ni las disuelve ni las apoya, las deja morir por inanición», indica el sindicato agrario.
La otra parte de responsabilidad «es de quienes llevan dirigiendo la Cámara Agraria Provincial de Palencia toda la vida», ya que, según afirma UCCL en alusión a Asaja, «no han hecho más que incrementar su situación ruinosa».
La organización se cuestiona a quién revertirá el patrimonio de la cámara, teniendo en cuenta que se intentó solucionarla viabilidad de la entidad mediante la suscripción de un préstamo avalado por Asaja.
Por ello, UCCL muestra totalmente el desacuerdo con la petición de extinción, e insiste en que así lo hará constar en el pleno convocado para hoy.
Pero el cierre es ya «irreversible», en expresión de Meneses, y tras el parón del verano, ha habido que convocar el pleno, que se celebra este miércoles, para afrontar el trámite. En el punto número 4 del orden del día se incluye la solicitud a la Junta de la extinción de la Cámara Agraria Provincial de Palencia. Es el punto de partida para la liquidación de la entidad.
Posteriormente, una vez que la Junta dé vía libre a la extinción, se nombrará una comisión liquidadora, de la que formarán parte representantes de la propia administración regional y de las organizaciones agrarias. El objetivo es liquidar el patrimonio de la Cámara Agraria.
La falta de fondos para mantener la actividad, después de dos años y medio sin recibir ayudas de la Junta, ha abocado a la cámara a la desaparición, según expone el presidente. Hasta el año pasado, la Diputación aportaba una subvención, pero este año ya no se solicitó, dado que estaba ya previsto el cierre de la cámara.
Deuda pendiente
Honorato Meneses se incorporó al cargo de presidente hace tres años, y en aquel momento había una deuda de 220.000 euros, según recuerda. Meneses indica que el débito correspondía a nóminas de los empleados, además de impagos de la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria.
Ante esta situación se intentó negociar un préstamo con los bancos, pero no se consiguió financiación. Así las cosas, fue la organización Asaja la que aportó el dinero mediante una hipoteca sobre la sede de la Cámara Agraria Provincial. La entidad devolvió paulatinamente la aportación, pero aún no se ha saldado totalmente. En este momento aún se debe a Asaja una cantidad que ronda los 160.000 euros.
La comisión liquidadora deberá decidir sobre esta deuda y el destino del patrimonio de la Cámara Agraria, que consiste en la propia sede, una cochera y material mobiliario.
Decepción
El presidente de la cámara reconoce que el cierre supone «una decepción». Subraya que su propósito y el de Asaja, la organización agraria a la que pertenece, ha sido en todo momento «sacarla adelante, pero ha sido imposible». Honorato Meneses incide en que «mira si creemos en las cámaras, que Asaja hasta puso dinero para salvarla». El representante de la entidad afirma que la decisión que hoy se propone al pleno «es algo que nunca hubiéramos querido hacer». Señala que se intentaron fórmulas para financiarse pero no se lograron.
Honorato Meneses se muestra convencido de que las 210 juntas agropecuarias locales que hay en la provincia seguirán funcionando y mantendrán los servicios a los agricultores y ganaderos.
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