Castrillo de Don Juan vive la vendimia tradicional

Todo comenzó en octubre de 2004 con la primera Fiesta de la Vendimia. Una jornada que congregó a numerosos vecinos de Castrillo de Don Juan que quisieron ensalzar la hermosa tarea de la vendimia y su conjunto de bodegas. La segunda Fiesta de la Vendimia tuvo lugar cuatro años después en octubre de 2008 y desde entonces se ha celebrado de forma ininterrumpida. La novena edición se conmemoró este sábado con gran afluencia de castrilleros. Más de cuatrocientos vecinos se dieron cita para disfrutar de una fiesta especialmente entrañable, en un pueblo que cuenta con una importante tradición vitivinícola por su cercanía con la Denominación de Origen de la Ribera del Duero.

De hecho, varias familias mantienen la tradición de la vendimia y continúan elaborando sus vinos de forma artesanal en las bodegas para consumo familiar durante el año. Desde 1998, la localidad cuenta con las Bodegas Aragón Benito, una empresa familiar que elabora unos excelentes caldos. «Castrillo de Don Juan cuenta 65 hectáreas de viñedo en la actualidad y a principios del siglo XX era el pueblo que más viñedo tenía de la Ribera del Duero. La mayoría de las familias continuamos elaborando vino de manera tradicional. Contamos con más de un centenar de bodegas que son muy frecuentadas durante todo el año», destacó Santiago Benito Bombín, alcalde de la localidad.

Los actos comenzaron a primera hora de la mañana en la Plaza de Castilla y León, donde los castrilleros compartieron un almuerzo típico castellano con sopas de ajo, vino dulce, aguardientes, pastas y panceta. Una vez repuestas las fuerzas, varios vecinos participaron en la recolección de uva en una viña de la localidad. La tarea de la vendimia fue seguida con entusiasmo por niños y jóvenes, que también sufrieron algún lagarejo.

Posteriormente, los vecinos y visitantes disfrutaron del prensado de la uva y degustación del mosto. Todo ello, ante la atenta mirada de la Diosa Ceres, La Segadora, que también fue decorada para la ocasión con hojas de parra y racimos de uva. Los niños disfrutaron del pisado de la uva y del rico mosto obtenido después de una jornada de trabajo y esfuerzo.

La Fiesta de la Vendimia continuó con una comida de hermandad en la que participaron centenares de vecinos. Un cocido castellano en el que se volcaron numerosos castrilleros. En la tarde del viernes, un grupo de mujeres colaboró con la elaboración de más de cuatrocientos rellenos al estilo cerrateño. Hacia las 15:00 horas, centenares de vecinos aguardaron impacientes para probar el cocido castellano en el que se emplearon 40 kilos de garbanzos, 15 kilos de morcillo, 10 gallinas, 80 chorizos, 90 huesos blancos y 45 huesos de jamón, 15 kilos de trabadero, tocino y 10 repollos. La organización también colaboró con el pan, el vino y otras bebidas y dulces. «Estamos muy satisfechos con la respuesta de los vecinos y su implicación, lo que nos permite disfrutar de actos como la Fiesta de la Vendimia. Merece la pena todo el esfuerzo por ver comer a todo el pueblo en la Plaza», señaló Pedro Díez Bartolomé, tesorero de la asociación y miembro de la organización.

La Fiesta de la Vendimia, organizada por el Ayuntamiento de Castrillo de Don Juan y la Asociación Cultural y Deportiva San Antonio de Padua, contó con la presencia de los músicos locales y se prolongó hasta altas horas de la madrugada con la disco-móvil Zaka. «Este tipo de actos son muy importantes para todos los vecinos, pues suponen un momento de encuentro, de hacer pueblo. Seguiremos colaborando y apostando por estas iniciativas que nos unen y que permiten que haya más vida en el pueblo durante unos días», destacó Mariano Antolín Niño, presidente de la asociación.

Gracias a la implicación de todo el pueblo, Castrillo de Don Juan ha celebrado su fiesta, que aún sigue manteniendo ese espíritu de fiesta que congrega a numerosas familias y amigos que elaboran el vino para el consumo del año en las bodegas típicas castellanas.