Palencia llora la muerte de Cayetana

«Cuando decidí que iba decir que sí, le pedí a San Antolín que no hubiera ningún percance en mi vida que pudiera impedirlo. Siendo sinceros, que la salud de Cayetana...». Así interrumpió su intervención en el teatro Principal el pasado 30 de agosto, Alfonso Díez Carabantes, quebrándosele la voz al hablar de su esposa en el Día del Palentino Ausente. El hoy viudo de la duquesa de Alba reconoció aquel mismo día que los últimos meses estaban siendo complicados por la delicada salud de su mujer, con la que unos meses antes había inaugurado también la muestra de belenes de las Clarisas de Carrión de los Condes. Precisamente las religiosas han rezado por ella esta semana desde que se agravara el estado de salud de la duquesa, a la que se sentían muy unidas desde su visita al monasterio en diciembre de 2013.

Y es que Palencia ocupó un importante hueco en la vida de María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart desde que hace tres años, en octubre de 2011, contrajera matrimonio con Alfonso Díez Carabantes, funcionario de la Seguridad Social en Madrid, que conoció a su mujer por su común pasión por el arte y las antigüedades. Alfonso Díez trajo a Cayetana a Palencia en varias ocasiones para que conociera lugares tan emblemáticos como la catedral o la villa romana de La Olmeda.

El nombre de Palencia también surgió en distintas ocasiones en la vida de la pareja, incluso, como relató Alfonso Díez en el pregón del Día del Palentino Ausente, cuando decidieron casarse. Cayetana pidió una audiencia con el Rey Juan Carlos para comunicárselo. «Nos recibió en Zarzuela, acogedor y muy cariñoso. Al poco rato de sentarnos, me dijo: vaya, vaya, Alfonso, ¡así que tú eres palentino! ¡Vaya tierra más buena, nunca tenéis miedo de nada!», recordó Díez Carabantes, que hoy llora la muerte de su mujer, un dolor que comparte con muchos palentinos.

Además, la persona que ha acumulado más títulos nobiliarios del mundo ostentaba también desde 1955 dos con sello muy palentino, los de condesa de Fuentes de Valdepero y de Osorno, municipio este que solicitó sin éxito en los años sesenta su ayuda para reconstruir la torre de la iglesia.

Más recientemente, también Saldaña y sus entornos recuerdan cómo la duquesa de Alba, acompañada por su entonces novio, Alfonso Díez Carabantes, recorrió la villa romana de La Olmeda el 4 de junio de 2010. Fue la primera visita de la duquesa a la provincia de Palencia, propiciada por Alfonso Díez, quien quiso empezar a dar a conocer su tierra, sus raíces y sus orígenes a su pareja. Y se marcharon encantados por la riqueza del yacimiento romano y por la gastronomía palentina, de la que confesó haber degustado las criadillas, la morcilla y las legumbres palentinas.

Serán muchos los recuerdos que deja la duquesa de Alba en esta tierra y también los que Palencia ha llevado hasta los palacios de Liria y Dueñas, como un cuadro de Antonio Guzmán Capel que el artista regaló a Cayetana de Alba. El retrato, que se unió al centenar que ya poseía en su colección particular, muestra a la duquesa sentada en su residencia madrileña del palacio de Liria. También el propio Alfonso Díez ha contado que una reproducción del Cristo de las Claras ha acompañado a la duquesa en la mesilla de noche en su residencia habitual del palacio sevillano de Dueñas, hoy teñido de un luto también con apellido palentino.