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Asunción García Diez
Sábado, 1 de noviembre 2014, 13:00
Los trabajadores de Simancas Ediciones acordaron ayer en asamblea desconvocar la huelga indefinida que iban a empezar el lunes para reivindicar el pago de sus salarios, después de que el gerente de la empresa, Javier Mucientes, se comprometiera a abonar los atrasos la próxima semana. Como «gesto de buena voluntad, ayer se les pagó una pequeña parte de las cantidades pendientes», según indicó la responsable de la federación de servicios a la ciudadanía de Comisiones Obreras, Lourdes Asensio. La cuantía es menos de medio salario mensual.
Responsables de Simancas Ediciones se reunieron ayer con representantes de la Junta en la Fundación Anclaje para analizar la situación de la editora y estudiar fórmulas para garantizar su viabilidad. La Junta se habría comprometido a apoyar a la empresa y median ante los bancos para buscar vías de salida, señaló Asensio.
Tras el encuentro con representantes institucionales, el gerente convocó a los trabajadores para informarles de la situación. Simancas Ediciones continúa elaborando un plan de viabilidad y mantiene las negociaciones con las entidades financieras para obtener liquidez y poder hacer frente a los atrasos salariales, que suman ya tres mensualidades, excepto la pequeña cantidad que se les ha abonado.
El comité de empresa de Simancas Ediciones cuenta con un nuevo presidente, elegido en sustitución de Fernando Rojo, quien fue apartado recientemente del cargo. La asamblea acordó revocarle del puesto debido a que el presidente no secundó las movilizaciones acordadas por la plantilla.
Fernando Rojo, elegido hace tres años en representación de CC OO, explicó que no había apoyado las medidas de protesta porque «considero que esa no es la manera de ayudar a que la empresa salga adelante», según declaró recientemente. Subrayó que, en todo caso, «no estoy en contra de las actuaciones, ni soy ajeno a los problemas de los trabajadores». El presidente del comité criticó lo que considera «falta de democracia» por parte de sus compañeros, debido a su actitud de «estás conmigo o estás contra mi», y se quejó además de que se le había «ninguneado».
Asimismo, la empresa, que ha presentado preconcurso de acreedores, busca también posibles compradores de la fábrica. El Juzgado de lo Mercantil aún no ha emitido resolución sobre si admite o no el concurso.
La plantilla valoró después en asamblea la situación y acordó dar un voto de confianza a la empresa y acudir al trabajo, puesto que consideran que es posible salvar al menos la mitad de la campaña.
La plantilla sostiene que la empresa es viable, puesto que hay carga de trabajo y hay pedidos de clientes. Simancas Ediciones está inmersa ahora en la campaña de agendas para el próximo año, un periodo de septiembre a diciembre en el que por necesidades de la producción está autorizada a hacer jornadas de once horas e incluso trabajar los sábados.
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