Un novio a San Antonio

Una de las peticiones más comunes que se le hacían hace años a San Antonio, patrón de Castrillo de Don Juan y de otras tantas localidades de la provincia, era la de las jóvenes que querían conseguir un buen novio. Quizá esta tradición se ha ido perdiendo con el paso del tiempo, pero lo que no se ha perdido entre los vecinos de Castrillo es la devoción hacia su santo.

La localidad se ha vestido de gala para celebrar sus fiestas patronales, que han congregado a centenares de vecinos para disfrutar de los numerosos actos organizados por el Ayuntamiento, que ha contado con la colaboración de las distintas asociaciones y peñas.

El pueblo se engalanó el viernes para honrar al santo milagrero, al que la devoción popular atribuye como abogado para encontrar las cosas perdidas y buenos novios para las jóvenes. Acompañados por los Dulzaineros Aires de Castilla, los vecinos danzaron en honor a San Antonio de Padua, que lucía en una carroza perfectamente engalanada.

«Las danzas son uno de los momentos más especiales de las fiestas, son un sentimiento de todos los castrilleros que se transmite de generación en generación», destacó Santiago Benito Bombín, alcalde de Castrillo de Don Juan.

La jornada continuó con la representación teatral ¡Qué buenos ratos!, a cargo del grupo palentino Limbo. Un día festivo en el que los vecinos también disfrutaron de la música hasta altas horas de la madrugada. Como en otras ocasiones, la peña Los Amerujillos ofreció sopas de ajo a medianoche para todos.

Las fiestas patronales continuaron ayer amenizadas con música de charanga y pasacalles. Un día especial en el que los vecinos disfrutaron con los juegos infantiles, los campeonatos de juegos de mesa, el torneo de tarusa, la verbena y el reparto de chocolate preparado por la peña El Cuerno a medianoche.

Un concierto a cargo de la Banda de Música Comarcal de la Asociación Cultural Juvenil Baltanasiega y el reparto de panceta pondrán fin a los actos festivos.