Montserrat González, la madre que se convirtió en asesina por su hija

No hubo sorpresa alguna. Montserrat González es «culpable» del asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, con el agravante de disfraz, de un delito de tenencia ilícita de armas y de un delito de atentado.

Siguiendo el guion previsto, el jurado encontró probado por «unanimidad» que asesinó a Isabel Carrasco, lo hizo con alevosía, por la espalda, disfrazada para no ser reconocida y sin padecer en el momento de los hechos un trastorno de ideas delirantes.

Tras 72 horas de deliberación, el jurado popular ha dado lectura al veredicto en el que considera probados que la mujer por «el odio que sentía hacia Isabel Carrasco decidió acabar con su vida» porque tenía la firme creencia de que su única hija era objeto de una auténtica persecución por parte de la víctima.

El jurado considera probado que Montserrat planeó meticulosamente el asesinato y, como tal, intentó taparse con diferentes prendas de vestir para no ser reconocida. Acercándose por la espalda, le efectuó al menos tres disparos sin que ésta se pudiera defender.

Asimismo, el jurado entendió que era culpable de un delito de atentado, porque mató a Isabel Carrasco por las decisiones que había tomado mientras ocupaba el cargo de la presidenta de la Diputación, así como un delito de tenencia ilícita de armas.

Todas las miradas posadas en Montserrat en el momento en el que el portavoz del jurado leyó públicamente el veredicto y ni una sola reacción por parte de esta mujer que previsiblemente será condenada a 22 años de prisión, conforme a la petición del Ministerio Fiscal que su letrado rebajó hasta los 19 años y medio de prisión.